domingo, 21 de noviembre de 2010

Capitulo VI

6





Dieron de alta ha Frank, dos horas después de que el encapuchado lo ataque. Llegando a su casa, lo primero que hizo fue escribirle a Gerard.



Para: inspectorlupo@theumbrellaacademy.com
De: diablorojo666@skeletoncrew.com
Asunto: te extraño

Gerard, si es verdad que estas vivo, por favor, respóndeme, dime algo, escríbeme, llámame, da señales de vida.
No puedo vivir sin ti mi amor, por favor… te lo suplico.





Luego de eso, tomo 2 diazepam más las medicinas que le dieron en el hospital y cerró los ojos…



El me miraba, yo lo miraba.
El calor de nuestros cuerpos.
El sudor de nuestra piel.
Los besos, tus besos, mis besos, nuestros besos.
Gerard, nunca más te vallas de mí.
Te amo tanto, tanto mi amor…

- ¿Te quieres callar de una vez por todas? – Gerard boto la mano que acariciaba su cabello y se levanto de la cama
- Yo… ¿Qué… que es lo que pasa? – Frank lo miró asustado
- ¿Qué crees? – lo miró con furia
- Solo quería decirte que te amo
- yo no a ti ¿es que no lo entiendes? – dijo recogiendo su ropa
- ¡Gerard!
- ¿qué?
- No me digas eso – bajo el rostro, miró al piso ¿Dios que estoy haciendo?
- ¿Qué cosa quieres que te diga? ¿Qué te amo? Vamos no seas ridículo, si hubo algo, ya todo se fue a la mierda hace mucho
- No, no es cierto – Frank comenzó a temblar
- Si que lo es y debes entenderlo por que me estas hartando

Por favor Dios mío, ayúdame, que no se valla, que se quede conmigo.

- Gerard, por favor… hablemos
- ¿hablemos? ¿de que demonios voy ha hablar contigo?
- Esto… nosotros… no podemos
- ¿no podemos?
- No podemos separarnos, vamos yo te amo, yo se que tu también me amas a mi, solo estas confundido, enojado, eso, han sido días difíciles, mira… tu y yo
- Tu y yo no existe mas

Pero se esta yendo, se va, maldición se va, Gerard se va, me deja, otra vez mas.
Me deja otra vez.
Se va con ella.
Con ella.


Durmió dos días seguidos. Cuando despertó, estaba sudando, temblando, desesperado.
Gerard había vuelto en sus sueños.
Las pesadillas estaban ahí.
Otra vez.
Una y otra vez, Gerard Way terminaba con el en sueños.
Le decía que no lo amaba mas, que se iba con ella, con su esposa, con la madre de sus hijos.
A Frank se le puso la piel de gallina, empezó a llorar y sin querer mojo la cama como si fuera algo normal.
Toco su rostro sudoroso y vio que Gerard no estaba a su lado. No habían rastros de el en la cama, no estaba la marca de su cuerpo, no, el no estaba ahí.
No era su perfume el que flotaba en el ambiente.
No, no era el de Gerard Way, era del otro Way, y lo estaba mirando, oh si que lo estaba mirando.


- Me han dicho que te estas meando en la cama

Frank emitió un grito ahogado y se sintió evacuar nuevamente. Michael Way estaba de pie al borde de su cama. Sonreía con esa mueca fea en los labios. ¿Hace cuanto lo estaba mirando? ¿En que momento entro?

- ¿Quién te dejo entrar?
- Soy tu amigo ¿Por qué no me dejarían entrar?
- No te me acerques… ¿Qué demonios haces aquí? ¿Qué quieres?
- Quiero darte las buenas nuevas
- ¿buenas nuevas? ¡Lárgate quieres!
- Vamos… no seas quisquilloso, anda lee esto – dijo acercándole un papel periódico
- Voy a llamar a seguridad
- Seguridad esta tomándose las cervezas que les regale, anda léelo
- Mike… por favor
- ¡Léelo de una puta vez! – le gritó



THE NEW YORK TIMES
Wednesday, November 25, 2020 Last Update: 20:41 PM ET

FAN SE SUICIDA LUEGO DE ATACAR A FRANK IERO

Daniel Denver de 25 años se suicido en la celda de la comisaría de Newark luego de ser detenido a las afueras del hospital general de New Jersey, donde atacó brutalmente ha Frank Iero por segunda vez en el día y asesinar ha sangre fría al reconocido psiquiatra Doctor Stuart Zimmerman. Denver ingreso a la consulta de Zimmerman con un destornillador que fue incrustado en el cuello de Zimmerman ocasionándole una muerte inmediata. A su vez inserto el objeto punzo cortante en el estomago de Iero amenazándolo previamente. Luego de que Iero sea descubierto herido frente al cadáver de Zimmerman, fue trasladado de inmediato a Cuidados Intensivos del hospital general de New Jersey, donde Denver volvió a ingresar, pero esta vez con un bisturí con el que le corto el lóbulo de la oreja derecha de Iero y amenazándolo nuevamente. El sujeto iba vestido con una capucha negra y un pasamontañas. La policía revelo que Iero había sido atacado por este mismo una vez anterior en el interior de su casa, en las mismas circunstancias de la primera vez el día en el que murió el vocalista de la misma banda Gerard Way.
La policía estuvo siguiendo al sujeto desde el primer ataque, hasta el día de ayer, quien fue encontrado intentando escapar del hospital luego del último ataque a Iero quien se encuentra en estado de shock. Se culpa a Denver por un correo electrónico enviado a Lindsay Way la esposa del correo electrónico hackeado del difunto Gerard Way, donde dice que esta vivo y lo han secuestrado. La policía descarta esta idea, dado que según el peritaje de ADN con la sangre y cabellos encontrados de Way el día del accidente le pertenece a este. No se descarta que Denver haya provocado el accidente donde Way perdió la vida hace más de un mes. Daniel Denver era fan de la banda desde sus inicios y estaba obsesionado con el show mediático que realizaban en los conciertos llamado Frerard, se dice que el sujeto padecía de psicosis con personalidad múltiple.




- ¿viste? Ya no hay ningún encapuchado ¿ahora dejaras de mojar la cama?
- Pero… que demonios
- Eso te pasa por encerrarte en tu casa, las cosas que te pierdes ¿no?
- Dios mío…
- Bueno… creo que ya estoy listo – dijo con una enorme mueca en los labios
- ¿listo?
- Si, listo

Mike se sentó en la cama de Frank y paso una de sus manos por los cabellos de Iero, a este se le puso la piel de gallina.

- Oh Dios – dijo Mike sonriendo – aquí vamos, al fin
- No Mike… por favor, no…
- ¿no?
- No, no me hagas daño – dijo Iero cubriéndose el rostro con ambas manos
- ¿Daño? ¡Jamás te haría daño! ¡Jamás Frank! ¡Jamás!

Frank sintió que le estaba mintiendo.
¿Y ahora? ¿Cómo demonios salía de esto?


- ¿Qué demonios le dijiste ha ese chico?
- ¿Qué chico?
- ¡Al fan! ¡A Denver!
- Ah
- ¿Qué le dijiste? ¡Por que se mato!
- Ja, ja, ja

Mikey soltó una sonrisa escalofriante, sus dientes amarillos llenos de sarro se asomaron cerca al rostro de Frank.

- ¿Crees que yo le puse una capucha negra y le hice prometer que si se la chupaba, se iba suicidar después? Total era un desquiciado totalmente manipulable…

Frank se quedo helado.
¿Lo estaba confesando?

- Oh Frankie, tienes mucha imaginación
- Mike… escúchame
- Ah no, no señor, ahora ¡Escúchame tu ha mi! – gritó levantándose de la cama
- No por favor – suplico Frank, aun le ardían las heridas
- Ja, ja, ja ¡Debería traerte un espejo! ¡estas temblando!
- Basta Mike… no es gracioso

Los ojos de Iero comenzaron ha aguarse, se sentía débil, sin fuerzas, su cuerpo se había entumecido y aferrado a la cama. No podría gritar, su voz no le permitía más que los susurros que le daba a Way.

- no llores Frank… por favor, no llores
- vete, te lo suplico… no me hagas mas daño
- no te are daño, jamás lo eh hecho… ¿Me parece que ya te lo dije?
- Solo vete
- No, no hasta que… - Mike volvió ha acariciar su cabello – hasta que al fin… hasta que te lo diga
- ¿decirme que, Mike? – dijo Frank llorando
- No llores ¿Si? – dijo Mike con una ternura en sus ojos, secándole las lagrimas a Iero - Hace 20 años cuando te vi salir del sótano donde dormía mi hermano, con una sonrisa de feliz cumpleaños, supe que no tenia oportunidad contigo… si, aun tengo los gemidos que Gerard te causo esa noche en mi cabeza, no me los puedo quitar…
- …
- pero bueno, luego me casé, te casaste, tuviste hijas, yo tuve mas perros, tu seguías acostándote con mi hermano y el seguía con Lindsay, su esposa, tu sufrías ha escondidas, como yo lo hacia contigo…
- Pero… yo no tenia idea
- Tu y yo no somos tan diferentes, ambos sufríamos por alguien que solo nos usaba
- Yo no te usaba
- ¿Ah, no? ¿Acaso no te acuerdas que el día de tu boda te revolcaste con mi hermano, gracias a mí?
- Mikey… por favor
- Como sea, Gerard hizo ¡Pum, Pum! Esta bien muerto y enterrado y tu estas semi desnudo en una cama llena de orines… - Frank se estremeció – tranquilo, no voy a violarte esta vez

Frank sintió que iba a desmayarse.
Creyó ver una capucha en la cabeza de Mike, aunque claro, esta vez ya no era necesaria la capucha, sabia que el era el hijo de puta que lo había violado, golpeado, cortado, destrozado. El maldito que había hecho que se mearse en la cama sea algo común para él.


- Así es Frankie, si tu supieras las veces que te he violado en mis sueños… - el rostro de Mike enrojeció y una sonrisa maquiavélica apareció en su rostro - en fin, espero que ese asqueroso de Denver no te halla dañado mucho cuando te… ya sabes – dijo acercando sus labios a los de este.

Frank sabia que si no gritaba, en ese mismo momento iba a morir. Así que reunió todo el poco coraje que tenía escondido y emitió un chillido infantil muy parecido a un grito que se prolongo hasta que Michael Pedicone apareció por la puerta con los ojos abiertos como platos.

- ¿Qué demonios pasa?
- ¿Shredicone? Pero… ¿Qué haces acá?
- Yo vivo acá – dijo sin mirar a Mike, quien si lo miró y nada bonito – Frank ¿Qué pasa?
- Te dije que no quería visitas – dijo Frank llorando
- ¿Mike que pasa? ¿Qué le dijiste?
- Solo le traje las buenas nuevas, se murió su encapuchado
- Sal de acá Michael – dijo Pedicone a Way
- Sal de acá tú
- No te lo voy a repetir Way, lárgate o llamo a seguridad
- Uy muy machito eres
- ¡Lárgate puta madre!

Michael Way dio una última mirada cargada de rencor a Iero y salió de la habitación seguido por Pedicone, quien siguió gritándolo hasta la puerta de salida de la casa.
Iero seco sus lagrimas y prendió su laptop.

Para: inspectorlupo@theumbrellaacademy.com
De: diablorojo666@skeletoncrew.com
Asunto: Mike es el encapuchado

Tu hermano acaba de venir, dice que esta enamorado de mi. Esta fuera de control, esta loco, me dijo que me violo y luego se retracto, el es el maldito encapuchado, lo sé, estoy seguro de eso.
Si tan solo me respondieras mi amor, si tan solo supiera donde estas, todo seria tan distinto.

F.


Frank cerró la laptop, justo cuando los labios de Michael Shredicone se posaron sobre los suyos.

- Ya hablé con él, no te molestara más

Frank quiso creerle, pero sabía que eso no era posible.
Mike iba ha volver, oh si, claro que iba a volver.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Capitulo V

5





La policía de New Jersey y New York, estaba desconcertada. ¿Cómo demonios pudo entrar ese sujeto a la clínica sin ser visto?
Los dos hombres que custodiaban a Iero se entretuvieron cinco minutos con las enfermeras de la consulta entre tacitas de manzanilla y galletitas. Cinco minutos donde el encapuchado no fue visto por nadie e ingreso a la consulta de Zimmermann para asesinarlo y claro dejarle un recuerdito a Frank, para que no se olvide de que no estaba jugando, oh no, no lo estaba, esto iba en serio, así que mejor te callas la boca y dejas de ir a psiquiatras y llamar tanto a la policía por que me estas enojando y créeme, no te va gustar.

Luego de esos cinco minutos donde ya le habían sacado el teléfono a la enfermera Marcela y estaban quedando para ir a bailar en la noche y por que no luego a un hotel, escucharon los gritos ahogados de Frank, la enfermera les dijo que era mejor no molestarlo seguro estaba discutiendo con el Doctor, el señor había estado muy alterado desde que llego mejor tomen sus manzanillas chicos que les traigo mas galletitas.
Pero cuando se sintieron el golpe de un cuerpo en la puerta, dejaron las galletitas de mantequilla y tocaron la puerta.

- ¿Señor Iero? ¿se encuentra bien?

Esperaron 5 segundos y no hubo respuesta, así que decidieron tumbar la puerta.
El cuadro era este: Frank estaba casi inconciente con un desarmador en el estómago pegado a la puerta, respirando con dificultad, estaba sangrando, horrizado, se había vuelto a orinar en los pantalones. El Doctor Zimmerman era otra cosa, estaba tirado en la alfombra, sus ojos estaban abiertos, como si hubiera muerto mirando al asesino, rogándole al encapuchado que no lo mate, su cuello estaba abierto en forma de una sonrisa que escupía sangre a borbotones.
Ambos se fijaron en la ventana abierta de la consulta, la cortina se serpenteaba con el aire, había una pequeña maceta con un bonsái rota al pie de la ventana. El hombre había salido por ahí.
De inmediato mandaron a cerrar el edificio, pero fue en vano. Ya se había escapado.

Llevaron al Doctor Zimmerman y a Frank al hospital más cercano. Uno ya estaba muerto, el otro tan solo parecía estarlo.

- ¡Que no se me acerque! ¡Por favor, que el maldito no me toque más!

Fue lo primero que dijo Iero al recuperar totalmente la conciencia. El medico examino su herida. Le tomaron placas. No había daños internos. Aparentemente el agresor inserto la herramienta en forma de querer hacerle un piercing. Solo había tocado la piel, la había rasgado y clavado el destornillador y dejado con la punta de pie, tocándole las entrañas, para que con el mínimo movimiento, el mismo se destroce por dentro.
La herida necesito 5 puntos. A Frank le dolieron los puntos, le dolían las imágenes de su cabeza. El encapuchado a su lado lamiéndole el cuello, quitándole el desarmador del cuello al Dr. Zimmerman, clavándoselo en el estomago, rasgándolo, sonriéndole, lamiéndole la oreja, oh si Frankie sabes tan bien, algún día cocinaré algo contigo, con tu orejita suavecita, le dijo mordiéndola.


- Muy bien señor Iero, parece que hoy también tuvo suerte
- ¿Suerte? ¡Tengo cinco puntos en el estomago y tengo suerte!
- Aparentemente el sujeto no quiere matarlo
- ¡No me diga!
- La primera vez que lo ataco, donde usted dice recordar muy poco, lo drogo, lo amarró, lo golpeo y tuvo sexo con usted…
- Me violo, no tuvo sexo conmigo
- De acuerdo, lo violo. La segunda vez fue parecida, salvo por los golpes que no fueron tan salvajes como la primera vez, quizás por que no puso tanta resistencia ¿Había tomado sedantes antes, no es cierto?
- Si…
- Y bueno la tercera es esta, parece que no quiere que usted valla contando las cosas que le hace, es como si el supiera que usted sabe quien es el
- …
- ¿Lo sabe?
- No
- ¿esta seguro señor Iero? ¿Esta completamente seguro de que no sabe quien es el sujeto que lo ataca?
- El Doctor Zimmerman me pregunto lo mismo y el apareció
- Pues aquí no aparecerá, estamos rodeados de policías como yo y todos tenemos una de estas – el policía tocó su arma una calibre 38 - así que hable Iero, si no quiere amanecer muerto la cuarta vez que lo visite su amigo
- El no es mi amigo
- ¿No?
- No… el… tampoco estoy seguro de que sea él
- ¿Quién señor Iero?

Frank se resistía a contar lo que su mente ya había deducido, le daba miedo saber que si revelaba de quien el pensaba era el encapuchado, este vuelva con mas fuerza y lo haga trizas, pero antes se lo coma viva, como ya se lo había dicho. Frank toco su oreja derecha y se le erizo el cuerpo. Mejor quedarse callado, para que arriesgar. Además tampoco estaba seguro si era él, era una suposición que bien podía ser cierta, total jamás este le había lamido el cuello como para decir, tienen la misma lengua de gato, es el mismo hijo de puta que me clavo el destornillador en el estomago, que me violo y me meo encima y ahora yo me meo en los pantalones cuando lo veo. Otro agente de la policía entro a la habitación interrumpiendo a Iero, con una hoja impresa en la mano.

- López, venga tenemos información
- ¿Información?
- Si, es sobre Gerard Way – Frank se sentó en la cama
- ¿Gerard? ¿Qué pasa con él? – preguntó Frank y no pudo evitar recordar a Mikey repitiéndole ¡Pum, Pum!
- Espere un momento aquí señor Iero, vuelvo en un minuto para que me cuente sobre su amigo
- ¡ya le dije que no es mi amigo! – grito Frank y sintió que uno de los puntos iba a reventársele

El agente López salio de la habitación cerrando la puerta con llave por fuera y siguió al agente Stainton quien estaba muy excitado con el papel que traía en la mano. Frank se levanto de la cama y caminó por la habitación con dificultad, los puntos habían sido puestos 10 minutos antes. Avanzo hacia la puerta y llego a oír lo que los agentes hablaban.

- La esposa de Gerard Way acaba de recibir un correo electrónico
- ¡No me diga! ¿Para eso me saca de un interrogatorio?
- López, este no es cualquier correo electrónico, es de su esposo
- ¿Cómo dice?
- Esta vivo López, Gerard Way esta vivo
- ¿Cómo?
- Lo tienen secuestrado, no se como pudo enviar el correo, estamos rastreando la señal

En ese momento una mano toco el hombro de Frank Iero y lo lanzó con fuerza al piso. Iero estaba encerrado con el maniático de la capucha negra quien no lucía muy contento.

- Este hijo de puta no se va a escapar ¿escuchaste Frank? ¡No se va escapar! Por que si lo hace… oh – suspiró como disfrutándolo – tu la vas a pagar muy caro

La hoja filuda de un bisturí corto el lóbulo de la oreja derecha de Iero, quien no pudo gritar, tan solo volvió a hacerse en los pantalones.

- Así me gusta, que sepas quien manda aquí, que te mees de miedo por mi, ahora… por tu bien, que no encuentren a Gerard, por que… - el sujeto lamió el pedazo de carne de Iero que colgaba en el bisturí – Me comeré cada pedazo de tu tatuado cuerpecito

Ahí fue donde Frank no soportó más y comenzó a gritar de miedo. Los agentes se acercaron a la habitación muy tarde, el encapuchado había huido. La ventana estaba abierta, las cortinas bailaban con el aire y Iero tenia sangre hasta la nuca, su oreja estaba chorreando sangre a borbotones. Su cuerpo tembloroso estaba tirado en un charco de sus propios orines y el no dejaba de repetir en sollozos.

- Por favor, que no me vuelva a tocar mas, por favor

sábado, 6 de noviembre de 2010

Capitulo IV

4







Las pesadillas de Frank Iero, comenzaron el día que despertó del coma. El hombre con la capucha negra aparecía en su mente cada vez que el cerraba los ojos. Estaba ahí, olfateándolo, rozándolo, tocándolo, desnudándolo, drogándolo, golpeándolo, haciéndolo caer, degradándolo hasta el fondo. Frank se meaba de miedo cada vez que cerraba los ojos. El encapuchado de manos largas, lengua rasposa, como un gato, acechándolo, lamiéndole el cuello, oliéndolo fuerte, rozándole los dientes, oh si Iero, estoy aquí, no me voy, me quedo contigo, oliéndote y haciéndote cosas sucias, vamos déjate, déjate y abre las piernas, vamos Iero, vamos que me harás enojar y no te va gustar.


Nombres: Frank Anthony Thomas
Apellidos: Iero Pricolo
Edad: 38 años
Lugar de nacimiento: New jersey
Estado Civil: Divorciado
Hijos: 2
Ocupación: Músico
Centro de Trabajo o Estudios: Skeleton Crew
Motivo de Consulta: Pesadillas, insomnio, dolor de cabeza


- ¿Señor? – preguntó la enfermera
- …
- ¿Termino de llenar la ficha?
- Si… no
- ¿se encuentra bien?
- Me duele la cabeza
- ¿Desea que lo ayude con los datos?
- Si, gracias – la enfermera le quito la ficha

Los parpados de Frank se cerraban y el luchaba para que eso no sucediera, no quería ver lo que su mente le tenia guardada. El encapuchado seguía, quería mas, necesitaba sus pedazos cocidos esas dos semanas en la clínica donde sedado no lo veía seguido, necesitaba descoserlo, destrozarlo, abrirlo, comerlo, masticarlo un poquito.

- ¿Señor Iero? ¿me escucha?
- Si… no me siento bien
- El doctor lo vera pronto, conteste por favor, ¿Fuma? ¿Bebe?
- ¿Cómo?
- Le pregunto si usted fuma, bebe
- Si, si
- ¿Señor Iero, me escucha?
- ¿Si? ¿Por qué me pregunta eso?
- Por que le hablo y usted mira a otra parte
- Lo siento

Iero no miraba a otra parte, la otra parte lo miraba a él en su mente y le pedía que cerrara los ojos, que se eche un sueñecillo, que lo vea de una vez, que no huya más. Vamos pequeño regálame una ojeadita ¿si?
Frank se resistía al encapuchado que se reía en su cabeza, sobaba sus manos, estaba sudando, se moría de sueño, pero no quería verlo, no quería que lo vuelva a tocar.


- Haber… ¿toma algún medicamento?
- Enzimas
- ¿enzimas?
- Siento dolores en el estomago, me engordan, es una enfermedad de años
- ¿Consume drogas?
- Yo…
- ¿Uhmmm?
- Si
- ¿Cuáles?
- ¿Es importante? Mire no se ni por que estoy aquí
- Señor Iero si usted esta aquí es por que siente que necesita ayuda profesional
- Pero…
- Entonces responda ¿Qué tipo de drogas consume?
- Eh… bueno depende
- ¿Depende de que?
- Si estoy feliz Heroína, si estoy triste Cocaína
- Ya veo – dijo la enfermera con una sonrisa irónica - ¿Es alérgico a algún medicamento?
- No que yo sepa
- ¿Padece de alguna enfermedad actual?
- Lo de las enzimas, el estomago, solo eso
- De acuerdo eso es todo por ahora, lo demás lo vera con el Doctor, por favor firme aquí


Frank Iero
_______________________
Firma del Paciente





Las cosas empeoraron desde la visita de Mikey hacia una semana. ¿Irse con el a Ibiza? A Frank se le escarapelaba el cuerpo de solo pensarlo. Se había zafado de él, gracias a sus hijas. Cherry había olvidado su bolso y Lily decidió acompañarla a recogerlo. Entraron corriendo y riendo, mientras Mikey empezaba a colocarle las sandalias naranjas. Las chicas no dijeron nada ante ello, Mike las saludo y se quedo de pie mirándolas, quería que se vallan, total luego de tanto había ido a ver a Frank, y sin el, no se iba a Ibiza.
Pero las gemelas no se fueron, Frank no dejo que se vallan. Les pidió delante de un impaciente Mike que se queden con el, quienes no se opusieron a pesar de lo extraño que esto era. Mikey regalo una de sus muecas que pasaban por una sonrisa cínica a las niñas y se fue, regalándole una último ¡Pum, Pum! Con los labios en la puerta de la habitación.


- Tome asiento, en unos minutos lo atenderá el Dr. Zimmerman
- ¿Tiene café?
- ¿Cómo dice?
- Si tiene café, quiero uno cargado y sin azúcar
- Lo siento Señor Iero, no tenemos café, podría darle una manzanilla
- No, eso no, así estoy bien, gracias

Esa noche, las pesadillas volvieron más fuertes, pero esta vez había alguien más en sus sueños, esta vez estaba Gerard. Su Gerard. Su amor. Había muerto, había hecho ¡pum, pum! y todos lo sabían menos el. Cuando se lo pregunto a sus hijas, solo lo abrazaron, lo besaron, se acomodaron junto a el en la cama. Su padre estaba lleno de ojeras, con el cuerpo aun lastimado, nervioso, con los ojos aguados. Sabían lo importante que era Gerard para el, ellas sabían que su padre lo amaba, el se lo había confesado 6 meses atrás, ellas ya lo sabían, habían estado toda viendo la historia de su padre con el de lejos, habían visto los ojos de Frank al despedirse de Frank, sus lagrimas cuando el besaba a Lindsay, su alegría cuando ellos se separaron, cuando les contó que Gerard estaba viviendo con el.


- ¿Tiene baño?
- ¿Cómo dice?
- Baño… ¿me presta su baño?
- Por supuesto, segunda puerta a la derecha, las luces se prenden y se apagan solas
- Gracias



Dos días después le dieron de alta en la clínica y lo primero que hizo fue ir a la tumba de Gerard. Tenía que verla, asegurarse, confirmarlo. Aun no creía que Gerard este muerto, no, maldita sea, el no podía estarlo. El encapuchado volvía a su mente ¿Cómo que no? claro que lo esta, claro que esta muerto, no sabes como lo disfrute Frank, no tienes idea. Claro, como vas a saberlo tu estabas ya inconciente ¿o no?
Cuando llego a su casa, pidió que no lo molesten, necesitaba estar solo. Cerro puertas y ventanas, tomo 3 diazepam y se metió a la cama. ¿Quién pudo hacerle esto a Gerard? ¿Quién? Cerró los ojos por 5 segundos y su celular comenzó a sonar. Era Mikey.


- ¿Señor Iero? ¿Se encuentra bien? – Frank se toco la cabeza y casi se desvanecía
- Si… solo quiero ir a lavarme las manos
- Siéntese por favor
- No, yo estoy bien así
- Esta sudando demasiado
- Tengo miedo
- Siéntese por favor

Frank no contesto el teléfono. Lo apago y las pastillas comenzaron a hacer efecto, instantes después fue inyectado. Cuatro horas después, su madre lo encontró desnudo y atado en la cama. Tenía golpes en el cuerpo y semen en las piernas. No era de el.

- Tome un poco de agua por favor
- Gracias
- El doctor ya esta terminó con su paciente, lo recibirá enseguida
- Gracias señorita, es muy amable


Su madre llamo a la policía, alguien había forzado las cerraduras y Frank no despertaba. El diagnostico fue el mismo de dos semanas atrás, violación con objeto punzo cortante, hematomas causados por golpes con un objeto pesado, trauma psicológico, insomnio, pesadillas constantes. Una semana después estaba ahí, sentado en la fría sala de espera de la consulta del Doctor Zimmerman, con dos seguridades cuidándole la espalda, esperando que le ayude a desaparecer al encapuchado de su mente.


- Pase por favor


Frank saludo al Doctor Zimmerman, quien lo invitó a echarse en el diván. Tenía los ojos irritados, se moría de sueño, pero más de miedo. Su cuerpo sudaba frío, estaba temblando, sus ojos se estaban aguando. Gerard había aparecido en su mente, gritaba su nombre, le suplicaba ¡Frank, por favor!

- Marcela, me dijo que casi se desvaneció en la sala, comprendo que esta un poco nervioso, pero le pido por favor que se relaje, su seguridad estará pendiente de que nadie ingrese
- Gerard esta muerto
- ¿Gerard?
- Lo mataron doctor, mataron a mi Gerard – Frank comenzó a llorar frente al doctor
- Señor Iero no podemos comenzar si usted esta alterado de esa forma
- Me quieren matar doctor, el maldito que mato a Gerard me quiere matar
- Relájese por favor – el doctor agarro un folder con recortes de periódico – eh estudiado su caso señor Iero y quiero ayudarlo
- El maldito no me deja ni pestañar, siento que va aparecer en cualquier momento, y si cierro los ojos lo veo, sueño con el todo el día… todo estaba tan bien hasta que Mikey me llamo esa tarde…
- Frank, necesito que se tranquilice, empecemos por partes ¿Quién es Mikey?
- Es el hermano de Gerard sabe, Doctor ¿Por qué estoy sudando? ¿Por qué estoy llorando?
- Frank, escúcheme, aquí se encuentra seguro nadie le hará daño y usted esta así, por que se encuentra en un estado de shock por el trauma que paso
- Casi me matan, casi muero Doctor, dos veces
- Frank, ¿Usted sabe quien lo quiere matar?
- Tenia la lengua como gato, me raspaba, sus manos eran largas y huesudas… - Frank se tapo el rostro con las manos, sintió que se estaba mojando, Dios tenia 38 años y se había orinado los pantalones
- ¿Lo sabe señor Iero? ¿Sabe quien mato a Gerard y quien lo quiere matar a usted?

Frank quito sus manos del rostro lleno de lagrimas, lo miró a los ojos y el encapuchado entro furioso a la consulta, parándose a lado del diván.

- Casi la cagas Frank, casi…

El Doctor Zimmerman abrió los ojos como plato, mientras el encapuchado de negro le clavaba un destornillador en el cuello. Diez minutos después, el mismo destornillador fue encontrado clavado en el estomago de Iero, quien estaba inconciente sobre el cuerpo inerte del Doctor Zimmerman.