jueves, 22 de septiembre de 2011

Capitulo XVI

16





Jamia aun no podía olvidar lo que había pasado hacia más de un año.
Frank desnudo lleno de cardenales, sobre el piso de la cocina lleno de orines y sangre. No podía olvidarlo, se le había grabado en la cabeza eso y todo lo que vino después. Luego del último ataque, fue a visitar a Michael Pedicone y se arrepintió de inmediato de haberlo echo. Estaba destrozado y había quedado en estado vegetal hasta Dios sabe cuando, el medico dijo que había sido una suerte que siga con vida, pero Jamia pensó ¿acaso eso es vida? Quedar postrado en una silla de ruedas y ser alimentado por medio de una sonda, no es vida.
David su esposo le aconsejo alejar a las niñas de Frank, por lo menos por un tiempo, que era mejor protegerlas del sujeto que lo seguía acechando, Jamia le dio la razón y cuando intentó hablar con Frank para decirle su decisión, este había dejado de contestar las llamadas, se había encerrado en su casa de campo y no quería ver a nadie, ni siquiera a las niñas. A Jamia le tranquilizo por una parte esto, pero por otra no, no soportaba ver a sus hijas sufrir. Extrañaban mucho a Frank, sobre todo Lily quien siempre fue la más apegada a él.
Entonces esa tarde en la que ambas niñas entraron corriendo a su habitación con una sonrisa de oreja a oreja, esas sonrisas que ellas ya no tenían desde que su padre había decidido no verlas, Jamia sabia de que se trataba de Frank. Cuando le dijeron que les había pedido disculpas y quería verlas lo antes posible le dio un escozor nervioso en la parte superior de la espalda, debajo de la nuca, como si un montón de hormiguitas caminaran dentro de la dermis y por más que se rascara fuera imposible que estas dejen de caminar.

-       Esta arrepentido de haberse encerrado, es que pobrecito papá tu sabes todo lo que le paso
-       Si mamita, además lo extraño mucho
-       Y yo ¿podemos ir a verlo ahora?


 Lo peor de todo era que no podía negarse, ¿Cómo podría decirles a sus hijas que era mejor no ver a su padre por que había un sujeto que lo acechaba y disfrutaría en violarlas y matarlas?

-     Tengo que hablar antes con él - dijo Jamia
-     Pero mamá ¿acaso no nos crees? – dijo Cherry haciendo un puchero de indignación – mira – dijo mostrándole el correo abierto desde su celular – léelo tu misma, quiere que lo veamos lo antes posible

¿Y si ese correo no lo envió Frank? Si fue alguien más

-     Lo se mi amor, te creo, pero tengo que hablar antes unas cosas con él
-     ¿es por que no te ha pasado dinero por nosotras? Papa dijo que podías disponer de los cheques de Skeleton Crew
-     Cuando hable con él, se los are saber ¿si?
-     Es por la plata, te lo dije Lily
-     Mamita por favor, no nos hagas esto

Cherry se fue enojada, Lily se puso a llorar frente a su madre y segundo después salio corriendo detrás de su hermana. Jamia no sabia que hacer, David no estaba en casa para consultarle, estaba en una reunión de la empresa, no podía interrumpirlo y ella no queria que sus hijas lloren. Entonces marco el celular de Frank, pero salía un anuncio de que no había señal en él, probó con el numero fijo y luego de 10 largas timbradas, contestaron.

-     ¿aló?
-     ¿Frank?
-     No, es Brando ¿Señora Jamia? – preguntó el hombre de seguridad de Iero
-     Si, dime Brando ¿esta Frank?
-     Si, esta en su habitación acaba de quedarse dormido
-     ¿Cómo lo sabes?
-     La enfermera acaba de decírmelo
-     Así que sigue durmiendo todo el día
-     Sucede que…vino el señor Way y parece que discutieron
-     ¿Gerard?

A Jamia se le bajo la presión

-     No, Mikey… ¿el señor Gerard, no esta muerto?
-     Si, si lo esta… - dijo recordando el entierro de este
-     Bueno discutieron y el señor Iero se encerró en su habitación, hace un par de horas subió la enfermera para llevar al señor Pedicone pero lo vio dormido al señor Iero y prefirió no molestarlo
-     Ah, Michael, pobre ¿Cómo esta?
-     Igual… no hay cambios
-     Que pena, lo siento mucho por él
-     Si, es una pena
-     Dime Brando, a habido algún contratiempo últimamente, tu sabes alguna visita inesperada, algún loco queriendo matar a Frank
-     No, todo a estado muy tranquilo
-     ¿seguro?
-     Si, ahora somos mas hombres en la casa – dijo Brando quien trabajaba con Frank desde hacia 10 años - y lo único que se a acercado a la casa han sido ardillas y bueno ahora el señor Mikey
-     Ya veo… ¿Cómo vez a Frank?
-     Bien
-     ¿Bien, bien?
-     No se si deba hablar de esto…
-     ¿de que?
-     Sucede que… parece que le llego un correo electrónico al señor Iero y se puso un poco raro y fuimos a New Jersey
-     ¿Qué? ¿Qué clase de correo?
-     Bueno, el no nos explico nada, pero lo tenia impreso y se lo llevo a la policía, en el camino hubo un problema con el perro que atropello Díaz otro seguridad, y bueno ah espere… en la comisaría estaba el señor Way, si cierto
-     ¿Gerard?
-     No, Mikey, señora me hace pensar que Gerard sigue vivo
-     Si, a veces pienso lo mismo, bueno continua
-     Si paso algo extraño y discutieron no sé, el señor Iero se puso muy mal, luego se volvió a encerrar y el señor Way vino a la casa
-     ¿Tienes alguna forma de saber de que se trataba ese correo? ¿sabes si es alguna amenaza?
-     No estoy seguro… señora no debería estar contándole esto, usted sabe que si el señor Iero se entera
-     Brando por favor, mis hijas están como locas por ver a su padre y tarde o temprano tendré que llevarlas, quiero saber si ese loco esta merodeando la casa, ¿me entiendes, cierto?
-     No era una amenaza… según eche un ojo, parece que alguien le había escrito con el nombre del señor Way
-     ¿Mikey?
-     No, Gerard… no se más
-     ¿Gerard le escribió un correo?
-     Así parece
-     Seguro es algún fan sin vida que esta molestándolo, como ese tal chico Denver ¿recuerdas al fan que se suicido?
-     Si, es posible pero igual fue a dejar la denuncia a la comisaría
-     Gracias Brando, por un momento pensé que ese loco había vuelto…
-     Descuide, aquí todo a estado muy tranquilo y como le dije somos mas personal de seguridad en casa, dentro y alrededor, pierda cuidado sus niñas estarán seguras
-     Gracias Brando, entonces supongo que me daré un salto mañana con ellas y claro llevaré a los chicos – dijo refiriéndose a los hombres de seguridad que cuidaban de ella y sus hijas
-     La esperamos señora, será un gusto verla a usted y las niñas
-     Gracias Brando, adiós


Corto la comunicación y por más que intentó no se sintió del todo tranquila, al contrario había transportado su temor a inquietud. Las hormigas eran más debajo de su nuca y se extendían por su espalda.
¿Por qué Frank recibía e-mails de un muerto? ¿Qué clase de persona hace una broma tan cruel? ¿Mikey también los recibía? ¿Por eso habían discutido? Se planteo por un momento llamarlo, pero le pareció mala idea, quizás podría llamar a Alicia y pedirle que le cuente el por que su marido había discutido con su ex, total Alicia disfrutaba de oír y transmitir chismes, pero claro el escenario era distinto por que se trataba de su esposo, aunque… no del todo, ahí estaba Gerard de por medio, Gerard siempre estaba en el medio, hasta después de muerto sigue presente. ¿Por qué?
Pensar en Gerard no le traía ningún recuerdo grato, y menos como se entero de que Gerard había sigo causal mayor de su divorcio. De inmediato se le vino a la mente la boda improvisada de Gerard, los días después, el mal humor de Frank, los escándalos que armaba tras bastidores, sus borracheras, su confesión. Sobre todo eso. Tenía grabada las palabras que le dijo una por una en la cabeza.

-     Tenemos que hablar
Fue lo que le dijo la noche en la que empezó a seducirlo, a tratar de meterlo a su cama como antes, quería hacerle el amor con él, hacia tiempo que Frank no la tocaba, ni siquiera la miraba y Jamia sabia que algo malo estaba pasando. En ese instante la sangre se le heló, sus sospechas, sus dudas, no podía ser cierto, iba a decirle que seguía drogándose, que quizás lo mejor seria era internarse y dejar la banda por un tiempo, Jamia apretó el colchón de la litera y lo miró suplicante, si es lo que pienso no me lo digas y olvídalo, deséchalo y hagamos el amor como antes. Pero Frank tenía los ojos irritados, arrastraba una borrachera desde la boda de Gerard y esa noche iba a hablar con ella, si que iba a hablar.

-     Tú… Jamia eres la mejor mujer que un hombre podría tener, eres mi único y verdadero amor, por que sólo tu me amas, sólo tu haz sabido amarme – dijo con voz gangosa, con lagrimas escapándose de sus ojos
-     No sigas…
-     No, tu… si nos vamos a casar, tienes que saberlo
-     Frank por favor
-     Ese hijo de puta… yo… yo no soy el hombre que piensas

Ya lo sé, quiso decirle. Sé que te drogas, que te emborrachas, que te haz acostado con un par de mujeres en este último tour de esas que te limpian el sudor, te dan botellas de agua, te cosen las medias y de vez en cuando te dan una mamada. Se todo eso Frank y créeme si se algo mas, no se si podré soportarlo.

-     Eres el hombre con el que me quiero casar, el hombre que amo, no me importa nada mas
-     Jamia, por favor… tengo que decírtelo, no eh sido honesto contigo, la eh cagado bien feo
-     Frank, no digas eso, por favor vamos a casarnos
-     Lo sé, por eso quiero que lo sepas
-     ¿Qué eres Bisexual? Que con eso, ya lo sé, yo también lo soy pero a pesar de ello nos hemos encontrado y nos amamos – hablaba rápido, se atropellaba en las palabras, no quería que el hable, pero lo hizo
-     Creo que estoy enamorado de Gerard
-     Cállate, estas borracho, no sabes lo que dices
-     Si, claro que lo sé, me acuesto con él desde hace que entre a la banda
-     Basta, por favor
-     Hemos tenido una relación secreta sucia y el quería que te deje, pero yo no podía, no podía dejarte por que tu eres la mujer mas buena del mundo y por que a pesar de todo yo a ti no puedo dejar de amarte

No podía amarla, no la amaba, si la amo en algún momento, eso había terminado.

-     Basta Frank ¿no te das cuenta de que me estas haciendo daño?
-     Perdóname por favor, pero tenia que decírtelo, por que si él me vuelve a buscar, yo iré con él
-     ¡Frank!
-     No quiero hacerte promesas que no pueda cumplir
-     ¿Cómo puedes decirme esto? Se supone que nos íbamos a casar en marzo, Dios mío pediste mi mano, le dijiste a mis padres que me amabas y querías pasar el resto de tu vida conmigo
-     Y nos casaremos, viviremos juntos toda la vida si es posible, tendremos hijos, los hijos mas maravillosos del mundo por que serán como tú, pero Jamia no puedo dejarlo ¿entiendes? No puedo
-     ¡Me estas diciendo que seguirás acostándote con ese hijo de puta mientras yo te tengo la cena caliente luego de que vengas de follar con él!

El llanto de Lily, la sacó de sus pensamientos, ahora berreaba más fuerte y golpeaba alguna madera cerca. Jamia se limpio el par de lagrimas que se habían acumulado en sus ojos, todo esto pertenecía al pasado y no se podía modificar nada, era hora de dejar de pensar en eso, total estaba casada con David y el siempre había sido un buen esposo, jamás la engañaría con una prostituta pelirroja como Gerard. Salió de su habitación y le dijo a sus hijas que empaquen sus mochilas, por que al día siguiente visitarían a su padre.


Cuando llegaron, lo primero que hicieron fue subir a la habitación de Frank, donde esta dormía a pesar de que era el medio día.

-     Seguro tomó sus pastillas para mimir – dijo Lily sentándose en la cama a lado de su papá
-     Se dice dormir pelota ¿Cuándo vas a dejar de hablar como bebita?
-     Vas a despertar a papito, no hables alto
-     Que se despierte no quiere decir que dejes de ser una pelota – Le dijo Cherry acercando la portátil de su papá hacia ella
-     ¿Qué haces Cherry?
-     ¿Qué crees pelota? Voy a revisar mi Facebook – dijo tocando el Mouse de la portátil
-     Papito se va enojar si tocas su compu
-     Papito esta soñando con que tiene dos hijas preciosas y no una pelota parlanchina como tú, asi que no molestes – dijo haciéndole muecas
-     Cherry, se puede enojar – le dijo acercándose a ella
-     Oh my lord – dijo Cherry viendo la bandeja de correo abierta de su padre
-     Cierra, eso es de papito
-     Papito esta dormido ¿cierto?
-     Si
-     Entonces no tiene por que enterarse – dijo presionando en el único correo nuevo recibido





Asunto: RE: (no subject)

Mi niño si no te eh escrito es por que no eh podido, no es por que no eh querido. Lo siento, me porte como un idiota ¿Cómo se me ocurre pelear estando como estamos? A veces ni yo me entiendo, trataba de evitarte un disgusto y metí la pata. ¿Podrías perdonarme mi niño?  Te extraño, me encantaría estar ahí contigo para comerte a besos.
G.




-     ¿G es el tío Gerard?
-     Cherry te vas a meter en aprietos
-     Tú cállate que también lo leíste, ¿entonces el tío Gerard fingió su muerte?
-     Tengo miedo Cherry
-     ¿miedo? Ahora Bandit ya no estará triste por que su papá esta vivo, todo será perfecto – dijo sonriendo
-     Pero y si esta muerto y esta mandando mensajes del mas allá
-     ¿Qué cosas dices Pelota? – dijo riéndose
-     No te rías
-     ¿O sea que en el cielo, diré en el infierno hay Internet y computadoras? Jajajaja hermanita que gran imaginación

Lily se sonrojo, pero después le siguió la risa a su hermana. Le daba vergüenza ser tan quedada, aún tenía muchos pensamientos infantiles a pesar de que ya era una adolescente. Su hermana tenía razón, los muertos no envían mensajes, el tío Gerard estaba vivo. Mientras seguían riéndose, Frank despertó, Cherry le dio un codazo a su hermana y fue la primera en hablar.

-       Estabas dormido y queríamos revisar el Facebook y… - dijo Cherry
-       Papi, porque no nos dijiste que Gerard estaba vivo
-       Y bien caliente por verte – dijo Cherry estallando en risa.

Frank se abalanzó a la portátil y comenzó a leer el correo, la sonrisa se le marco de oreja a oreja, sus hijas lo miraban con atención, se codeaban. Comenzó a teclear, necesitaba responderle quizás seguía conectado, por cierto ¿Qué hora era? ¿Cuánto tiempo había dormido? ¿Hace cuanto estaban las niñas en su habitación? Oh, Gerard, lo había perdonado, es más, era el quien le pedía perdón.

-       Papi te extrañe mucho – dijo Lily trepándose en su cuello
-       Yo también – dijo Cherry abrazándolo
-       Y yo a ustedes, denme unos minutos que tengo que contestar esto – dijo sin dejar de teclear la portátil

Jamia entro a la habitación cuando las niñas soltaron a su padre y se miraban desorientadas, el seguía con la sonrisa de oreja a oreja con la portátil en la mano, mientras ellas estaban reprimiendo el llanto de sentirse ignoradas. No veían a su padre hacia meses, ¿Qué pasaba con él? ¿Por qué actuaba así? ¿Era por tío Gerard? ¿Otra vez por tío Gerard?

-       ¿Frank? – le dijo en medio de pregunta y sorpresa

Levanto la cabeza vio a su ex esposa y le regalo una sonrisa.

-       ¿Qué haces? – preguntó Jamia al ver a Cherry sobarse los ojos
-       Esta respondiéndole el correo al tío… - dijo Lily, pero Frank le tapo la boca
-       Al tío James, me a escrito por algo de trabajo – dijo Frank sonriendo

Lily se quedo mirando a su papá, como diciéndole que sabia que mentía

-       ¿James? No lo veo hace tiempo, creo que más de un año
-       Si supongo, esta súper ocupado con tanto trabajo
-       ¿Podemos hablar?
-       Jamia ahora estoy ocupado – dijo sentándose en la cama para teclear mejor
-       ¿Frank?
-       ¿Qué?

Jamia lo miró como no lo miraba desde hacia años, le dio la misma mirada fija cuando lo descubrió escondido en la cocina de la casa con Gerard, el día de su matrimonio. Mejor no pensar en eso, mejor olvidarlo. Frank la miró, recordó la mirada de Jamia, mejor responder después las niñas están presentes se dijo. Soltó la portátil en la cama, beso y abrazo a cada una de sus hijas.

-       Chicas vallan con Picles al jardín, tengo que hablar con papá

Ambas salieron en silencio con el perrito, Jamia seguía con la mirada fija en él. Había pasado tanto tiempo, Gerard apretando el cuerpo de Frank contra la alacena, besándolo, tocándolo, ella con su traje de novia, el maquillaje arruinado, las lágrimas cayendo. Era mejor olvidar, no podemos modificar el pasado, simplemente no podemos.