19
Iba a violarlo, si él se oponía, iba a violarlo.
El pequeño cuerpo de Frank temblaban entre sus brazos, su respiración agitada, sus latidos alterados, su piel blanca y suave, sus ojos llorosos, su cuerpo frágil se desvanecía, no sabía si era por el vino o por que indirectamente lo quería a él.
¿Adentro? ¿Me quieres Frank? ¿Me quieres dentro de ti? ¿Quieres que te toque? ¿Qué te bese? ¿Quieres que te haga el amor?
Echo el cuerpo adormecido de Frank sobre el mueble y se subió sobre este, Frank sollozaba, se tocaba la cabeza. ¿Te duele mi amor?
Tengo que desvestirlo, es ahora o nunca.
Comenzó con los zapatos, tenía unos crocs viejos y sucios puestos, se los quito y luego le arranco las medias de dibujitos. Frank no se oponía, es más, parecía no darse cuenta de que lo estaban desvistiendo, seguía tirado en el mueble mirando el techo con el corazón latiéndole a mil por hora, como si fuera a darle un ataque cardiaco. Mikey no lo sabía, pero Frank tomaba un coctel diario de ansiolíticos y antidepresivos todos los días, a veces los veía en su cajón en su cajita lleno de colores divertidos y los mordía poco a poco como si fueran caramelos, algo así paso en la mañana, no se percataba de lo que hacía, mordió muchos como caramelitos y ahora había tomado mucho vino.
Una mala combinación.
Sus pastillas combinadas con el alcohol producían un efecto sedante inmediato y eso era lo que le estaba pasando, si hubiera tomado un poco más de alcohol quizás el sueño hubiera venido acompañado con un paro respiratorio.
Las manos de Mikey subieron desde los pies desnudos de Iero hasta la cintura de este, acariciando sus piernas, sus muslos, y ahora su estómago. Miró su ombligo, lo acarició, metió un dedo dentro, el interior estaba pegajoso, lo sacó, lo olió, volvió a meterlo esta vez más profundo hasta tocar la piel del final, le dio vueltas, Frank se movió, a Mikey no le importó, saco el dedo y se lo lamió. Delineo con sus dedos la pretina del pantalón, poco a poco comenzó a bajarlo, acariciando con sus dedos cada zona que se desnudaba. Sus piernas blancas quedaron expuestas, sus vellos se erizaron, las yemas de los dedos de Mikey los tocaron desde las puntas para que intentaran calmarse, le quito el pantalón con cuidado, pensando que quizás debió quitarle el calzoncillo a la vez. Era blanco y estaba ligeramente manchado de amarillo, acercó su nariz a este y sintió el olor a orines. Sonrió y cuando estuvo a punto de quitárselo, su celular comenzó a sonar.
- ¡Diablos!
Miró la pantalla y latía el rostro de su esposa, si no contestaba iba a llamar hasta que el se harte y apague el teléfono y cuando pase eso, ella iba a denunciar su secuestro.
- ¿Bebé?
- ¿Qué rayos quieres Alicia?
- Debí imaginar que esto pasaría
Mikey se quedó mudo. ¿Qué esto pasaría? ¿Acaso Alicia sabe que el estaba en casa de Frank a punto de violarlo?
- ¿de qué carajo hablas?
- Tu humor, cariño no tomaste el medicamento antes de salir, se quedó sobre la mesa
- ¿Y? ¡Mándalo junto a un e-mail!
- Tienes que tomarlo cielo, no quiero que estés mal
- ¡no estoy mal! ¡estoy mejor que nunca!
Desnudando y a punto de violar a Frank se dijo y en eso pensó un poquito en ello. ¿Violar a Frank? ¿Realmente iba a violarlo?
- Mikey, dime donde estas, mandare a los chicos para que te recojan de donde estés y te traigan a casa, me preocupas
Miro a Frank casi desnudo sobre el sofá, tenía pequeños temblorcillos en el cuerpo que lo hacían brincar y su respiración no era la mejor. Entonces se asustó. ¿Qué carajo estaba haciendo? ¿Por qué estaba haciendo esto? Él amaba a Frank ¡Porqué estaba actuando como Gerard! Se asqueo de él mismo, se horrorizo al recordar sus pensamientos, violarlo, si se resiste lo iba a violar. Lo imagino pidiéndole que no lo haga, forcejeando con él, sangrando en las entre piernas, llorando, gritando que lo ayuden. No podía hacerle eso. ¡Él no era Gerard! ¡No señor! ¡MIKEY NO ERA COMO EL MALDITO GERARD!
- ¿Mikey estás ahí?
- Si
- ¿Dónde estas cariño?
- En casa de Frank
- ¿Frank?
- Frank Iero
- ¿Qué haces ahí?
- Estoy a punto de hacer algo malo
- No, Mikey por favor, no hagas nada de lo que después te puedas arrepentir o… no recordar
- ¡Sabes que al final termino recordándolo todo! ¡todo!
- Por favor mi amor, no pienses en eso, todo saldrá bien
- No quiero hacerle nada malo Alicia, lo juro
- Lo se bebé, ¿hay alguien ahí contigo?
- Solo Frank
- Pásame el teléfono
- Esta inconsciente
- ¿Qué? ¿Qué le hiciste... que le paso?
- Tengo que ocuparme de esto
- ¡Mikey que paso!
- Iré a casa a penas termine
- ¿estarás bien?
- No, pero al menos el si
Tenia que ocuparse de esto. Pero ¿Cómo? Vio su piel desnuda frente a él, si tan solo… toco su piel y sintió como se erizo al contacto de sus dedos…
Si tan solo el despertara… no seria una violación.
Acercó sus labios a los de Frank y este comenzó a toser sin abrir los ojos, su pecho parecía al borde del colapso, entonces se alejó de él y levantó la ropa de Frank que estaba regada por toda la sala. Sus manos comenzaron a temblar de tan solo tocar la piel de Iero, le puso la ropa como pudo y llamo a la seguridad de Frank. De inmediato aparecieron dos hombres a su lado, se percató que estos habían estado mirando casi todo, se preguntó porque no habían hecho ni dicho nada, pero prefirió no preguntar y pidió que lo ayuden a llevarlo a su habitación. Apenas lo dejo en su cama, salió corriendo de la casa repitiendo: No lo violé, esta vez, no le hice nada malo.
Frank despertó cuando el sol se ocultó, había tenido un pequeño sueño sobre su cumpleaños. ¿Cuándo había sido su cumpleaños? ¿Cuándo fue la última vez que lo celebro? ¿Qué día era hoy? Cerró los ojos e intentó recordar lo soñado y creyó que más que un sueño, era un recuerdo. El recuerdo de sus 30 años.
- ¡Feliz cumpleaños mi amor! – le dijo Gerard con un pequeño pastel en las manos y un gorrito de fiesta en la cabeza
Estuvieron planeando todo el mes en encontrarse en el mismo hotelito de carretera de siempre, el día había sido eterno para ambos. Gerard estuvo con Lindsey comprando vestuario para la gira que empezaba su banda el siguiente año y Frank si bien estuvo con sus hijas, quería zafarse del regalo nocturno de su esposa, no le provoca hacerle el amor, sentía que si era su día el podía escoger con quien hacer el amor esa noche y ya había elegido, había elegido a Gerard quien le sonreía dentro de esa habitación en una fiesta privada improvisada, llena de confeti y cositas de fiesta. Se acercó a él y beso sus suaves labios.
- Yo mismo hice el pastel, salio un poco raro pero…
- Es perfecto, gracias
Soplo las velas del pequeño pastel de chantilly que traía 30 velitas de color negro y naranja, deseando lo mismo que todos los años, estar con Gerard por siempre.
- ¿Qué se siente tener 30? – preguntó Gerard dejando el pastel sobre la cama
- Muy bien, creo que are locuras y me teñiré el cabello de rojo como tú
- Ya no esta mas rojo – le dijo colgándose de su cuello – lo teñí de negro por ti, para volver a las épocas Revenge como tu dices
- Te amo Gerard
- Y yo a ti mi niño bello, ¿ves que hago todo lo que me pides?
- Mmm…
- Todo, así que tus deseos son ordenes – dijo besándole el cuello mientras sus dedos índice delineaban el cuerpo de Frank- ¿Qué le provoca a mi niño? – le susurró en el oído
- Mmm…
- ¿mmm? – preguntó haciéndole cosquillas
- Basta Gee, me muero de risa
- Y yo de amor con tu risa – dijo besándolo
Ambos se sonrieron y se enlazaron en un beso eterno que los tumbo en la cama, los hizo rodar y llenarse de pastel, mas risas, amor en el ambiente. Hicieron el amor hasta que quedaron exhaustos. Frank apretaba el cuerpo de Gerard al suyo, sabía que ambos debían volver a su casa, a reportarse con sus esposas, a quedarse con su familia, debían seguir con sus perfectas vidas de casados hasta… no sabia la respuesta, solo sabia que no podía estar sin él.
- ¿Nos quedamos un ratito más?
- Por mi lo haría toda la vida, pero sabes que no podemos
- Ya quiero que sea el 2012
- Yo también, Lindsey al fin se larga de gira y tu y yo estaremos juntitos todo el día
- No puedo esperar Gee
- Yo tampoco
- ¿me das otro beso?
- Te doy todo lo que tu quieras
Se besaron un buen rato y luego comenzaron a vestirse. Cuando Frank entró al baño, escucho el sonido del teléfono de Gerard. Cuando salió vio que algo había cambiado en él. Su rostro lucia preocupado, nervioso, inquieto. Frank lo abrazó y Gerard oculto su teléfono. ¿Qué le pasaba?
- ¿Te encuentras bien?
- Si
- ¿seguro?
- No quiero preocuparte
- ¿de que hablas?
- Nada, olvídalo
- Gerard ¿Qué sucede?
- No lo sé Frank, la verdad es que no lo sé
- Explícate
- Alguien quiere asustarme, eso es todo
- ¿alguien?
- Ya eh bloqueado las llamadas de su numero, cambie el mio mas de una vez te consta, pero… sigue insistiendo
- ¿de que hablas?
- Dice que sabe lo que hice, y que no descansara hasta destruirme
- ¿Qué? ¿haz hablado con la policia?
- Quizás es un fan loco, no le hagas caso
- Gerard como no te voy a hacer caso
- Es mejor olvidarlo, el idiota me envía fotos suyas ¿puedes creerlo?
- ¿fotos?
- Usa una capucha negra, se toma fotos con ella
- ¿capucha negra?
- Como esas que usamos en ese concierto… las mascaras negras, que son como gorros
- Me estas asustando
- ¿ves? Por eso no quería decirte nada, olvídalo ¿si?
- Pero…
- Solo olvídalo Frank, ya se cansará en algún momento
- De acuerdo
Y lo olvidó, y nunca mas hablaron de eso, al igual que Gerard no dejo de recibir esas amenazas hasta ese día que encontraron su camioneta echa trizas en un acantilado.
El recuerdo de Frank llegó por partes en su cabeza, las amenazas que recibía Gerard no fue algo que recordó, lo había olvidado. El solo recordaba el olor de su cuerpo sobre el, el pastel que le preparo, los besos que se dieron y todo lo que paso en el 2012. Acarició su almohada pensando que era él mientras intentaba no pensar en que tenía una pequeña resaca que le hacía dar vueltas la cabeza. Pidió algo para el dolor de cabeza, pero la enfermera le dijo que lo único que necesitaba era una bebida caliente y dormir. El vino con las pastillas lo habían hecho dormir en la tarde, y había tenido suerte de que no le haya ido a mayores, si hubiera tomado más posiblemente estarían velándolo a estas horas. Frank no le dijo nada y la mujer se fue. Recordó a Mikey, ¿Qué había sido de él? se supone que estaban conversando mientras tomaban vino, pero desistió de preguntar por él. Realmente le importaba muy poco saber dónde estaba.
Busco su celular y miró si tenia alguna llamada perdida, pero nadie lo había llamado. Entonces reviso sus correos, pensando que sus hijas le habían escrito diciéndole que su madre era una loca del demonio y que lo extrañaban, pero ni Lily ni Cherry le habían escrito y menos Gerard. Abrió su twitter, ahí siempre había alguien que le escribía, sobre todo las fanáticas latinas, gente de países a los que nunca visitaron o solo lo hicieron una vez, pero ni siquiera había un mísero tweet de ellas o de alguien pidiéndole RT por que se había perdido su perro. Entonces se sintió solo, más solo que nunca.
Abrió su Messenger pensando encontrar a alguien, pero los pocos amigos que le quedaban y estaban conectados, tenían el estado ocupado, a excepción de uno.
XØ dice:
*¡Gee!
G dice:
*Hola mi amor ¿Cómo estás?
XØ dice:
*extrañándote, estas conectado como caído del cielo, me sentía tan solo
G dice:
*mi pobre niño
XØ dice:
*Quisiera estar contigo en estos momentos
G dice:
*Y lo estás, nuestros corazones están conectados
XØ dice:
*te amo tanto
G dice:
*y yo a ti, estaba leyendo tu correo
XØ dice:
*Estaba un poco mal cuando lo escribí en la mañana
G dice:
*no te preocupes por ello mi amor, yo tampoco tengo días buenos, excepto en los que se algo de ti
XØ dice:
*Gee… ¿algún día podremos estar juntos?
G dice:
*No lo sé Frank, quizás no en esta vida, pero si en la eternidad
XØ dice:
*No hables así…
G dice:
*Tengo que hacerlo Frankie, quiero ser optimista, pero no quiero romperte el corazón si eso no ocurre
XØ dice:
*Quiero avisarle a la policía, quiero que te busquen, puedes acceder a internet, pueden encontrarte rápido con eso
G dice:
*Lo se, por eso no quiero que llames a la policía
XØ dice:
*¿No quieres que te encuentre?
G dice:
*No es que no quiera que me encuentres, es que… a veces pienso que sé quien me tiene aquí
XØ dice:
*¿Lo sabes? Oh Dios, lo sabes ¿Quién? ¿Dime quien?
G dice:
*No se quien es el tipo de la capucha si es eso a lo que te refieres, parece que solo es un tipo que contrataron para hacer un trabajo
XØ dice:
*¿Trabajo?
G dice:
*Si, esto es un poco más complicado
XØ dice:
*¿A que te refieres?
G dice:
*Yo… hice algo malo, algo muy malo
XØ dice:
*No digas eso Gerard, tu no le harías daño a nadie jamás
G dice:
*Oh Frankie, claro que sí, pero tú me amabas tanto que no te dabas cuenta
XØ dice:
*¿De que? ¡Dímelo!
G dice:
*Ahora no puedo, así no, si salgo de esta te lo diré, aunque posiblemente tu ya lo sepas para ese entonces
XØ dice:
*¿Es una broma? ¡Estamos hablando de tu vida! ¡Ese loco te puede matar en cualquier momento!
G dice:
*Si hubiera querido matarme lo hubiera hecho hace mucho, pero aparte de lo que paso con mis piernas estoy bien
XØ dice:
*¿Esta bien que te halla partido las piernas?
G dice:
*Quise escapar, se enojo, solo me golpeo, ya las tenia mal, joder mi camioneta de fue al vacío, se hizo mierda y yo dentro con ella
XØ dice:
*Lo siento tanto
G dice:
* Estoy vivo Frank, alguien me mantiene vivo, no se por qué, pero lo hace. Al comienzo estaba sedado todo el tiempo, hasta ahora lo hacen pero con menos dosis, cuando despierto siempre encuentro comida caliente a mi lado, tengo abrigo, tengo todo, claro menos a ti ni a mis hijos
Frank tocó su pecho y sus ojos se aguaron tontamente de una alegría sin pies ni cabeza. Dijo mis hijos, no mi familia. No menciono a Lindsey. Luego se dio cuenta que no tenia sentido que se alegre por ese detalle efímero, que no mencione a Lindsey no quiere decir que en un futuro cercano pueda besarlo otra vez.
XØ dice:
*¿Entonces, tengo que conformarme con chatear contigo? ¿Hasta cuando?
G dice:
*No lo sé Frank, sólo quiero que aprovechemos este momento que tenemos juntos, no se hasta cuando durara
XØ dice:
*No quiero perderte Gerard
G dice:
*Yo tampoco, te amo Frankie
XØ dice:
*y yo a ti
*Oh Dios, estoy llorando
G dice:
*No mi amor, no llores
XØ dice:
*Te necesito tanto, hoy… se me vino a la mente el día de mi cumpleaños, cuando cumplí 30 y me preparaste ese pastel
G dice:
*¿Qué día es hoy?
XØ dice:
*No lo sé, no se ni en que año estamos
G dice:
*Frank, es 31 de octubre
XØ dice:
*¿Qué?
G dice:
*Son las 12 de la noche del 31 de octubre ¡Es tu cumpleaños!
Frank miró el reloj ¿no se acercaba la navidad? ¿Realmente era su cumpleaños?
G dice:
*¡Es tu maldito cumpleaños! Joder como quisiera estar a tu lado en estos momentos
Las lagrimas comenzaron a caer sobre el teclado de la portátil de Frank que estaba enchufada a la pared, no le importo si se electrocutaba. Lloró como una magdalena mientras Gerard seguía escribiendo.
G dice:
*¡Cumpleaños a ti, que los cumplas feliz, cumpleaños mi niño, que los cumplas feliz! Vamos mi amor anímate
XØ dice:
*No puedo…
G dice:
*Es Ieroween Frankie, es tu día ¿y sabes que es lo mejor de todo? Que a pesar de la distancia lo estoy pasando contigo
XØ dice:
*No como quisiera
G dice:
*Hagamos algo ¿Quieres que te cante algo?
XØ dice:
*De que sirve si no puedo oírte
G dice:
*Podemos intentarlo, te enviaré una invitación
G te invita a un video llamado ¿Aceptar o declinar?
Frank no lo podía creer. ¿Realmente iba a ver a Gerard?
XØ aceptó… conectando
- ¿Puedes verme?
La pantalla se veía oscura, pero un par de ojos verdes resaltaban y una sonrisa borrosa… Dios mío, era Gerard, lo estaba viendo, Gerard estaba vivo ¡Vivo! No había hecho Pum-Pum como dijo Mikey, oh no ahí estaba, tras la pantalla de la portátil sonriéndole, saludándolo. La imagen comenzó a aclararse un poco. Era el mismo Gerard, pero traía ojeras, el rostro desmejorado, sonreía pero sus ojos no lo hacían, tenía una expresión triste, el cabello largo, la barba crecida.
- Si… oh Gerard
- Que guapo eres, anda no llores… pensé en lo que me dijiste, tu cumpleaños número 30, es gracioso por que se me vino el numero 29 cuando te cante esto…
Gerard tosió delicadamente, miró a la pantalla, le sonrió y comenzó a cantar.
- Recuérdame…
Las lágrimas de Frank cayeron mientras Gerard al otro lado de la pantalla seguía cantándole a todo pulmón. Frank se sentía en el 2010, en el 2011, era Gerard, su Gerard de esa época con el cabello rojo, susurrándole esa canción al oído mientras lo abrazaba a escondidas. Era el Gerard que le había cantado esa canción en pleno concierto luego de cantarle feliz cumpleaños. Era el mismo y a la vez no. Porque ya no era del 2010 ni el 2011, habían pasado 10 años de eso y Gerard ya no estaba a su lado susurrándole ni cantándole, estaba Dios sabe dónde a merced de un loco que él creía no lo mataría.
- ¿Puedo ser tu única esperanza? Porque tú eres la única esperanza para mí.
Siguió cantando hasta que una sombra apareció detrás de Gerard, igual que en su sueño, alguien lo acechaba, una sombra oscura que se había quedado mirando detenidamente la pantalla y había estado leyendo y viendo todo lo que ellos hablaban. Frank al notarlo quiso advertirle a Gerard, pero se quedó mudo y sintió un hormigueo en la entrepierna, no uno bueno, uno de esos que te avisa que el control de esfínteres está fallando y lo más probable es que evacues ahí mismo delante de tu novio secuestrado.
Gerard también noto la presencia, cerró los ojos y dejo de hablar.
- Tengo que irme – le dijo a Frank – Feliz cumpleaños mi amor.
La pantalla oscureció y Frank creyó imaginar lo que estaba pasando en ese momento. Su sueño se estaba haciendo realidad, y él no estaba ahí, no estaba para ver el saco de papas sangrante que caería a su lado agonizando.
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Hay 61 comentarios en el capitulo 18, un nuevo record! Si seguimos así, despues del capitulo 20 no tendre que cerrar el blog.