23
Las manos de Frank, temblaban.
Temblaban y sudaban.
Tenía unas ganas increíbles de llorar.
Pero de felicidad.
¡MUCHA FELICIDAD!
¿Realmente habían encontrado a Gerard?
¿Estaba en su antigua casa de Belleville?
Aquella casa donde se besaron por primera vez, donde el hizo el amor por primera vez con un hombre, y no cualquier hombre, si no con el hombre que lo acompañaría a lo largo de todos estos años.
Lindsey seguía hablándole, dándole sus teorías, contándole cosas que Gerard le había dicho en sus e-mails, cosas que Frank ya sabía por que Mikey se los había facilitado, así que dejo de escucharla.
Lindsey podía irse a la mierda.
Lo único que importaba en ese momento era Gerard.
¿Puedo ser tu única esperanza? Porque tú eres la única esperanza para mí
Lo primero que haría al encontrar a Gerard sería llevarlo nuevamente a la casa de New Jersey donde no debió irse nunca. Fue un error haber terminado así, por culpa de esa puta que hablaba sin parar que se había embarazado para retenerte. Pero se equivoco. No hay nada, ni nadie que pueda separarnos. Viviremos juntos otra vez ahí, tu serás lo primero que vea al abrir los ojos, viajaremos por todo el mundo otra vez, con la banda o solo los dos, en esos hoteles que no pudimos aprovechar en estar juntos por que Lindsey o Jamia estaban en medio. Iré contigo a donde quieras, cuando quieras, pero juntos, por que no nos volveremos a separa nunca mi amor, nunca más.
- ¡Papi! – Lily apareció en la sala corriendo directa a abrazar a su padre, quien tenía la mente en otro lado
- Hola – susurró sin salir de su nube Gerard
- ¿Qué te paso en tu manito?
- ¿En mi que?
La burbuja de encontrar a Gerard para ser felices por siempre se rompió ahí misma. No podían viajar por todo el mundo, ni Gerard ser lo primero en ver cuando abra sus ojos por las mañanas si no se deshacía de alguien que le había provocado aparte de constantes meadas encima de miedo, secuelas física y emocionalmente. Se había olvidado del encapuchado. ¿Cómo rayos iba a librarse de él? Miró su mano vendada por completo, la tenía así desde el día de su cumpleaños donde ese hijo de puta mató a todos sus amigos, donde lo violó y le cortó el dedo. Sus ojos se llenaron de lágrimas. ¿Cómo diablos iba a sacar a Gerard de ahí si ese sujeto seguía causándole pavor? No, tenía que encontrar la forma, no podía dejar que ese hijo de puta se salga con las suyas. Tenia que estar con Gerard, lo tenía que hacer, no podía dejarlo a la deriva con ese loco.
- ¿Papi estas bien?
Lily vió como la alegría flotante que traía su padre se había desvanecido cuando ella le pregunto por su mano vendada. ¿Qué le había pasado? ¿Se había caído? ¿Golpeado? O acaso… ya se había encontrado con Tío Gerard y este le había dado una paliza. Lily quiso correr y meterse debajo de la mesa del comedor de la casa de Bandit. Por su cabeza venían imágenes feas que ya no quería recordar. Ella escondida. Esa mesa. La gotita de sangre. Las piernas blancas. No, no iba a recordar. Tío Gerard no puede volver, nadie vuelve de la muerte le había dicho mami, y él no podía volver. Si su perrito que había sido bueno nunca volvió de la muerte, tío Gerard que había sido malo, muy malo, no podía volver ¡No era justo si volvía!
- Lily, ve a traer a tu hermana
- No – dijo bajando la carita, ahogando sus propias lagrimas para que papito no las vea, por que el ya se veía triste y no necesitaba mas tristeza
- ¿Qué te paso en el brazo? – preguntó Lindsey a Lily
Lindsey se acercó a la niña y vio un corte en su antebrazo, no era tan profundo como para ser mortal, pero le había echo el suficiente daño para dejarle una cicatriz. Se notaba reciente, aun había sangre seca alrededor del corte. La niña se tocaba el brazo tratando de cubrirse el corte, pero era tarde. Lindsey ya lo había visto. Es más. Lo había reconocido. No podía ser. Dios ¡Como pudo ser tan ciega ¿A caso las gordas hijas de Frank tenían la culpa de que su hija halla convertido sus brazos en una galería de arte de terror? Estuvo a punto de golpear a Lily ahí mismo, de reclamarle el que halla metido a su hija en ese mundo de mierda donde las cicatrices físicas solo desaparecían con laser, pero las demás, esas que te martilleaban el corazón, no se iban nunca.
- Nada – dijo Lily
- ¿Nada? ¡Lo tienes cortado! – gritó Lindsey intentando contener su cólera
- Fue un accidente
- ¡Un accidente! ¿Así es como lo llamas?- insistió Lindsey jaloneándole el brazo
- Lindsey ¿Quieres calmarte? ¿Cómo paso mi amor? – preguntó Frank preocupado al ver que su hija estaba al borde del llanto
- Yo te voy a decir como paso… ¡CHERRY, BANDIT! – comenzó a gritar Lindsey
Cuando Bandit escuchó los gritos de su madre, estaba sobre Cherry besándola sobre su cama. Ambas se quedaron mirando asustadas. ¿Mamá se había enterado? ¡Oh rayos! Bandit sabía que si su madre se enteraba que se morreaba a Cherry, todo se iba a ir a la mierda. Todo. Además, los juegos de la reina. Su madre no podía enterarse de ello. No podía. Lindsey no era de gritarla, nunca lo había echo, y ahora… parecía histérica. Seguro Lily había abierto la boca, la muy gorda babosa. Tenía que salir de esta, tenia que salvar su pellejo, no iba a irse a ningún colegio de monjas, ni uno militar, ni a ningún lado. Vamos Bandit, piensa, tienes a Cherry de tu lado. Tienes que salvarte el pellejo a como de lugar.
- ¿Le haz contado a alguien de lo nuestro? – preguntó Bandit
- No, solo Lily lo sabe, ya sabes nos ha visto - dijo Cherry
- Júralo
- Lo juro
- Bien, esconde tus brazos
- Están escondidos
- Ponte lip stick, algo, que no se note que están hinchados
- Sera por que me besas como si fuera la ultima vez – dijo Cherry riendo
- ¡Agradece que te beso gorda! ¡Debería mandarte a hornear!
Cherry la miró de mañana manera, ella quería a Bandit, pero a veces tenia ganas de estamparla contra la pared cuando le hablaba así. Pero la quería. La quería tanto que la aguantaba. A veces la relación que tenía con Bandit, le hacia recordar la de su padre con el padre de su novia. Siempre discutiendo, Gerard diciéndole cosas hirientes, su padre callando, luego se besaban, sonreían y se olvidaban del tema. Un amor de locos, de esos de revistas, muy parecidos a las historias de ficción echas por fans que en algún momento había leído por internet sobre la relación de su padre y el padre de Bandit. Así que se cayó y no le dijo nada, era mejor no pelear entre ellas, la madre de Bandit les iba a echar la bronca por algo. Así que abrió su mochila y sacó su labial de brillos con sabor a frutas del bosque. Se lo aplico en los labios y cuando estuvo a punto de bajar al llamado de Lindsey, Bandit la detuvo.
- No a pasado nada, somos amigas, tu no sabes que es esto – dijo enseñándole el sacapuntas y eres la preciosa Cherry Iero que jamás ha matado ni una mosca
- Vale
- No olvides tu mochila
- Tu madre dijo que me quede a dormir
- Pues yo no quiero que te quedes
- ¿Qué?
- Lo que oíste, no quiero
- Pero… joder ¡como puedes ser tan cambiante!
- ¡Mi madre sospecha! No quiero que se entere que estoy contigo
- ¡Estás paranoica!
- ¡Cállate carajo que van a escucharte!
- Pero no tiene por qué enterarse, y si así lo hiciera ¡cual es el problema!
- A mi vieja le va a dar nauseas saber que entre tu y yo hay algo, ¡Nos van a separar! ¿Acaso quieres eso?
- No
- ¿Entonces? ¡Seguro tu hermana se ha ido con el chisme!
- ¡Te dije que no la metiéramos más en esto!
- ¡Si, claro! ¡Bien que te gusto hundirle ese cuchillo!
- ¡Cállate Bandit! ¡Cierra la puta boca! – le gritó y estuvo a punto de empujarla pero se aguanto
- A mi no me mandes a callar gordita, no te atrevas – dijo amenazándola con el sacapuntas
- Me estas asustando – dijo Cherry
- Pues mejor– le dijo Bandit – así no se te olvida, quien manda aquí
La voz de Lindsey se oía cada vez mas cerca, como si estuviera subiendo a la habitación. Bandit tiró el sacapuntas debajo de su cama, junto con una serie de dibujos que había echo con su propia sangre. Pero Lindsey ya había subido a la habitación junto con Frank y Lily quien seguía ahogando su llanto con la cabeza apretada en el cuerpo de su papá.
- Bandit – dijo su madre – enséñame tu brazo
Bandit se quedo en silencio y miro desafiante a su madre. Así que eso era, la gorda se había ido a quejar con que la habían cortado como jamón. Ya tendría tiempo de arreglar cuentas con ella, por ahora, solo tenía que salvar su pellejo y evitar esa jodida escuela de monjas, militar o lo que sea.
- Bandit, te estoy hablando
Pero Bandit no hacia nada. Seguía de pie sin moverse. Entonces su madre se acercó a ella, pero a la vez no y jaloneo la camiseta larga del brazo de Cherry, exhibiendo las cortaduras que traía en el brazo la hija de Frank.
- ¡Malditas mocosas! – gritó Lindsey - ¡No quiero volver a verlas en mi casa! ¡Escucharon!
- ¡Cherry, hija por Dios! – dijo Frank horrorizado
- Lo siento papá – dijo Cherry
- ¡Fuera de aquí! ¡No quiero verlos a ninguno de ustedes en mi casa, nunca más! – gritó a las niñas y Frank - ¡Malditos Iero, solo han traído mierda a mi familia!
- Papito vámonos – berreó Lily
- Bandit, hijita mía – dijo Lindsey pegando a su hija a su cuerpo - ahora ya se por que estas así, es todo culpa de estas gordas miserables, maldito el día en el que tu sucia familia se metió con la mía
- Estas exagerando, las niñas deben tener una explicación para esto, la han pasado muy mal desde que…
- Cállate infeliz ¡Cierra el pico! ¡Ha sido un error llamarte! No quiero volverte a ver en mi vida ¿escuchaste?
- Pero Lindsey… tenemos que encontrar…
- No, tu no, yo si, por que el es mi marido, el padre de mis hijos, algo que tu jamás en tu patética y asquerosa vida de segundón tendrás ¡Escuchaste! ¡Jamás!
Lily comenzó a llorar, mientras su hermana la miraba con rabia. Había abierto la boca, iban a separarla de Bandit, no, no podía pasar eso. No podían separarla de Bandit. Tenía que pensar en algo, pero ¿Qué?
- No pueden separarnos, señora Way, lo siento mucho, yo… – dijo Cherry
- Tú eres una mocosa de mierda que haz metido a mi hija en ese mundo asqueroso de la mutilación, así que ¡Lárgate de aquí! ¡Fuera! - gritó Lindsey jaloneando a Cherry fuera del cuarto de su hija
- ¡Bandit haz algo! – gritó Cherry, pero Bandit no hacia nada, permanecía parada en el mismo lugar sin abrir la boca
- ¡Lindsey suéltala! – gritó Frank
- ¡Fuera de aquí! ¡Lárguense antes que llame a la policía!
Frank y sus hijas salieron de la habitación, y Lindsey cerró la puerta del dormitorio de su hija diciéndole que volvería para hablar con ella. Bandit siguió sin decir palabra alguna y espero a que su madre cierre la puerta para reírse. Así era el amor de madre ¿Cómo podía pensar que Cherry o Lily iban a obligarla a cortarse si no podían matar ni una hormiga por que les daba pena? Bandit rio tanto hasta que las imágenes del día que se escondió en el closet de Frank vinieron a su cabeza y borraron todo rastro de alegría en su rostro para llenarlo de pánico.
Frank cargó como pudo a Lily y salió con ella en brazos de la casa de Lindsey junto con Cherry quien se había quedado muda. ¿Por qué Bandit no la defendió? ¿Por qué no dijo la verdad? Se sentó en la camioneta junto a su hermana que no dejaba de llorar y su padre que consolaba a su hermana. ¿A caso Bandit no la quería?
La camioneta las llevo directo a casa de su madre. Lily se calmo en el camino y se quedó dormida en los brazos de su padre. Cherry siguió en silencio, sentía que se estaba desmoronando por dentro. ¿Por qué Bandit era así? ¿Por qué no podía quererla de la misma manera que ella lo hacia?
Un olor a perfume e incienso venía de la casa de Jamia. Frank al comienzo no le tomo importancia, pero luego estuvo a punto de vomitar. ¿Qué rayos pasaba?
Los tres bajaron de la camioneta y vieron la silueta de un hombre fuera de la casa de Jamia hablando con ella, quien traía un exceso de maquillaje, un perfume fuerte y un vestido negro ceñido a su cuerpo, dejando ver sus pechos y a la vez sus michelines que no eran pocos. Frank se acercó con ambas niñas y vio que se trataba de Shaun, un viejo amigo de la secundaria con quien tocó en Pencey Prep, una de las primeras bandas en las que tocó y luego colaboró con My Chemical Romance haciendo publicidad y mas adelante ayudando en el área creativa hasta que la banda se congeló el año pasado.
Cherry no los miró y corrió a su habitación donde se puso a llorar sin parar. Frank saludó a su amigo y lo invitó a pasar a la casa de su ex mujer quien no le hizo gracia ello, mientras subía a Lily a su cama que llego dormida. Cuando bajó su ex mujer seguía de pie hablando con Shaun, se notaba por sus gestos que no tenía ganas de tenerlo en su casa y que lo estaba invitando a irse de su casa. Pero Shaun solo reía y no le prestaba atención a Jamia.
- ¡Amigo! Tanto tiempo sin verte, lamento no haber ido a tu cumpleaños, aunque… después de lo que pasó, no se si fue una bendición
- No me hables de eso, por favor – dijo mirando sin querer su mano
- De acuerdo, tranquilo
- Shaun ya se iba – dijo Jamia – David no esta, entonces…
- ¡Pero este Frank! Y no lo veo hace… meses ¿mas de un año?
- Eh… si, algo así
- ¡Ajá! ¿y que te cuentas?
- Shaun, tengo que hablar con Frank sobre las niñas
- Caramba Jamia, no sabia que te caía tan mal
- Shaun, espérame afuera, es cierto, tengo que hablar con Jamia
- ¿y la pizza? Mejor se ven otro día – dijo Jamia
Shaun la miró y le guiño el ojo a Frank quien no había entendido y le repitió que lo espere afuera. Jamia se sentó con su corto vestido ceñido y le ofreció vino a Frank, pero este en vez de contestarle, le soltó el rollo de los cortes de sus hijas. Jamia estuvo a punto de gritar ahí mismo, pero se contuvo. Frank le pidió que hable con las niñas después, que era tarde y estaban alteradas, sobre todo Lily quien se habia quedado dormida, que la vigile en la noche, por que era propensa a tener pesadillas. Pesadillas tan feas como las que el tenia.
- De acuerdo… - dijo Jamia algo decepcionada al ver que su ex marido si se iba y no iban a romper ninguna cama
- Mañana vengo ¿si?
- Si claro, como quieras… guardare el vino, la pizza…
- Jamia, no me siento bien, Lindsey…
- Ya si, como sea
- Por cierto, te ves linda con ese vestido – le dijo Frank, sabia que su ex mujer moría por los cumplidos y lo ultimo que quería en ese momento era pelear con ella
- Gracias, es nuevo
- Si, te queda precioso, bueno… mañana te veo ¿si?
- Aquí estaré esperándote… digo estaremos, ya sabes las niñas y yo
Frank se acercó a besar la mejilla de su ex mujer y le susurró en el oído que era una buena madre, que sabia que ayudaría a las niñas con esto. Jamia no escuchó que le dijo Frank por que el susurro la había transportado a Suiza y a esa cama rota.
Cuando Frank salió, Jamia se metió en el baño y cerró con llave. Se tocó pensando en el, en como rompieron la cama, en como lo extrañaba.
- Pensé que no te dejaría salir – dijo Shaun dentro de la camioneta
- Si, he tenido unos días de mierda –dijo Frank entrando, Shaun le estampo un beso en los labios
- Bueno… olvídate ¿de donde vienen?
- De casa de Gerard
- ¡Gerard!
- Si, estuvimos ahí
- Frank, Gerard esta muerto, así que vendría a ser la casa de Lindsey
- Ese es otro tema
- ¿Explícate?
- Gerard no esta muerto
- Hemos estado enviándonos correos
- ¿Correos? Espera un rato… ¿Gerard te envía correos desde el mas allá?
- Shaun, Gerard esta vivo, pero esta secuestrado
- ¿Qué?
- Si, veras el sujeto que me atacó lo tiene secuestrado y Gerard solo puede enviarme e-mails y…
- ¿Gerard esta secuestrado y manda e-mails? ¿Qué clase de secuestro es ese?
- ¡Me escribe a escondidas! Veras… sé que pronto podremos estar juntos
- Ajá, con que a ti también
- ¿A mi también, que?
- Un tal Gerard Way me escribió hace unos meses contándome la misma cháchara del secuestro y no le respondí
- ¿Por qué? ¡Gerard es tu amigo! ¡Pero que rayos pasa contigo!
- Pasa, mi querido enano, que no eh perdido la chaveta como tú, como para estar escribiéndole a un muerto
- ¡Ya te dije que no esta muerto! ¡Lo eh visto con mis propios ojos por video llamada!
- ¿Ah si? ¿Y haz acudido a la policía para que lo busquen?
- No… él no quiere que llame a la policía, es complicado
- Ajá, complicado, vaya… así que viste a Gerard por video llamada, esta vivo, pero no quiere que lo encuentren… ¡O sea que lloramos un cajón vacío!
- Sé que es de locos, pero… es cierto, Gerard esta vivo
- Si, si esta vivo, pues es un gran hijo de puta al dejar a su esposa embarazada e inventarse ese cuentito de que esta secuestrado, pero puede hacerte una video llamada
- ¡Ya te dije que lo hace a escondidas!
- Frank, ¿Eres idiota o te haces?
- ….
- ¿Pero es que no te das cuenta de lo que ha hecho Gerard? ¡Una vez más te ha visto la cara de imbécil! Y claro, eso es que si realmente esta vivo y no es que alguien te esta haciendo una broma, digamos uno de esos dobles de Gerard que abundan en el planeta, no es tan difícil tener una cara de chancho
- ¡No es ninguna broma, se lo que eh visto!
- Entonces Gerard sigue siendo el mismo puto de siempre, vaya pensé que los años lo harían madurar, pero parece que no se cansa, lo peor de todo es que me lo veía venir
- ¿De que rayos hablas?
- Jarrod
- ¿Quién?
- Jarrod Alexander, no te hagas el que no lo conoces
- ¿Qué tiene ese?
- ¿Qué tiene? ¿En serio no lo sabes?
- ¿No sé, que?
- Jarrod desapareció en el mismo tiempo en el que pensamos que Gerard estaba muerto y a ti casi te matan
- No entiendo lo que quieres decir
- Creo que ya me entendiste lo suficiente Frank – dijo Shaun abriendo la puerta de la camioneta de Frank para salir
- No, espera – dijo Frank jalándolo de la camiseta – dime que cosa piensas
- ¿Para que? – dijo tratándose de soltar de Frank, pero este aun lo tenia sujeto - Si tu lo sabes, es solo que no quieres entenderlo ¿Me sueltas?
- ¡No! No puedo creer que me digas todas esas cosas, ¿insinúas que Gerard ha desaparecido por sus medios para revolcarse con Jarrod? ¡Pero es que estas chalado!
- ¿Chalado yo? ¡Yo no le escribo correos a un muerto! – gritó Shaun sacándose del todo de Frank
- ¡Eres un imbécil Shaun!
¿Qué demonios estaba pasando?
¿Gerard… estaba con Jarrod?
No, eso no era posible, Gerard jamás vería a Jarrod, jamás, ese enano poca cosa sin cuerpo, merito, sin talento ni nada. No, eso era imposible ¡IMPOSIBLE!
- Como sea, no vine a buscar a David, si no a ti, te busco hace mucho tiempo – dijo reteniendo sus ojos verdes sobre los de Iero - tengo que oficializar esto – dijo cambiando el tono de voz a uno mas amistoso, mientras sacaba unos papeles del morral que traía colgado – Ya que no quisiste responder ninguna de las cartas que te enviamos, eh tenido que venir por ti
- ¿De que rayos hablas?
- Estas despedido amigo, quedas fuera de My Chemical Romance o lo que queda de él
- ¿Qué?
- Gerard ya había empezado los trámites desde antes que… ¿muera?
- Gerard jamás haría eso
- ¿Ah no? ¿Y por qué tengo su firma en todos los papeles? – dijo mostrándoselos
- Inventas, mientes – dijo Frank arrancándoselos
- Toma, te dejo unas copias, son las últimas que te doy. Fírmalas Frank y terminaremos todo esto bien
- ¿Qué? ¡Yo no voy a firmar nada! Esa banda es mas mía que tuya
- Que te hallas acostado con casi todo el equipo de la banda incluido yo por supuesto, no te da derecho a creerte el dueño, esta decisión fue unánime, Gerard lo empezó y el resto voto lo mismo. Estas fuera
- ¡Como te atreves! ¡Eres una mierda! ¡una gran mierda y un hipócrita! Primero te haces el amiguito, despotricas a mi novio y ahora me dices que me echaron de la banda
- Gerard quiso echarte muchas veces antes, y lo sabes
- ¡Mientes! ¡Todo tú eres un mentiroso! ¡un maldito mentiroso!
- Será mejor que me valla, contigo no se puede
- ¡No eh terminado de hablar contigo!
- Pero yo sí – dijo Shaun saliendo de la camioneta de Frank quien se quedó de una pieza.
Shaun mentía.
Eso no podía ser cierto ¡Gerard jamás lo echaría de la banda! ¡Jamás! Estaba diciéndole esas cosas para herirlo, por que él nunca le hizo caso por que no le llegaba ni a la punta de los talones a Gerard a quien siempre amó ¡Pero que hijo de puta!
Frank se recostó en el mueble de su camioneta, mientras Brando y los chicos subían en silencio y pusieron en marcha el auto.
- ¿A casa señor?
- No, vamos a la casa de Gerard
- ¿Los Ángeles otra vez?
- No, vamos a Belleville, a la vieja casa de Gerard – tengo un asunto que arreglar ahí
Si Gerard estaba ahí secuestrado, iba a sacarlo aunque el encapuchado lo mate en el intento. Pero si todo esto fue un invento, si Gerard estaba bien, si estaba con Jarrod y… el jodido encapuchado siempre fue un tipo contratado…