26
- ¿Ali?
- ¿Sí? ¡Jamia!
- Hola Ali ¿Cómo estás?
- Bien, no tan bien, ya no se cómo – dijo soltando una risita nerviosa – no espera, estoy bien, perfectamente bien, ¡excelente!
Frank pasó la noche en su antigua casa. Durmió en el mueble de la sala a pesar de que Jamia le dijo que no tendría inconveniente de compartir la cama con él, total ¿ERAN AMIGOS, NO? Frank declino la oferta aludiendo que no quería confundir a sus hijas, dado que luego del divorcio estuvieron muy tristes de que el ya no viva en la casa y mamá allá conseguido otra pareja…
Jamia no le dijo nada y se fue a la cama, pero no pudo dormir. Se la paso con el ojo abierto esperando que Frank suba a la habitación, se meta a la cama con ella y le haga el amor salvajemente hasta romper la cama. Pero eso no paso. Cuando al fin consiguió dormir, pocas horas después las risas de sus hijas la despertaron por la mañana. Ambas estaban en la cocina con Frank. El había preparado el desayuno. Jamia sintió ganas de llorar. ¡Pero qué tarada había sido! Los cuatro comieron en la pequeña mesita de la cocina, luego fueron a la salita de estar para ver televisión todos juntos. Fue ahí donde Frank llamó a Jamia a un lado haciendo que esta se ponga más torpe que lo de costumbre. ¿Qué me dirá? Pensó Jamia ¿Qué me extraña y está arrepentido de todo? ¿Qué será mejor que deje de buscar al cerdo ese y mejor llama a la policía? Total, ellos tenían suficiente dinero para mudarse de país, contratar un ejército de guardaespaldas y empezar una vida nueva. Sin ese loco que le quería hacer daño, sin el cerdo de Gerard, sin el idiota de David, ni los estúpidos amigos de Frank, bueno los que quedaban vivos, como ese tal Shaun. Solo serian ellos cuatro juntos, ellos dos en la cama. No habrían mas Gerard, Pedicone, Dewees, ni ningún imbécil queriendo irrumpir en su felicidad. Pero Frank lo único que le dijo fue si por favor, podía llamar a Alicia, que posiblemente ya estaba levantada. Entonces Jamia paso saliva, le sonrió y marco el número de la mujer de Mikey Way, pensando que después de la llamada quizás ella… podría sugerir que huyeran del país. Así que Alicia contesto y Jamia puso el altavoz en el celular. Frank se pego a ella para escuchar lo que Alicia le iba a decir, Jamia al sentir la cercanía se embobó nuevamente y pensó que quizás Suiza sería un buen país para mudarse. Suiza el país de las camas rotas.
- Qué bueno – dijo Jamia poniendo los ojos en blanco - ¿Y Mikey?
- ¿Mikey?
- Si, Mikey ¿Cómo esta?
- Mi bebé esta perfecto
Frank le hizo señas de que le pregunte más. Jamia empezó a titubear en el teléfono y volvió a hablar.
- ¡Bebé! Valla, que lindo que lo llames así, ¿está contigo ahora tu bebé?
- ¿Por qué?
- No sé, es solo una pregunta
- ¿Vas a contarme algo jugoso, verdad? Por eso no quieres que mi bebé este cerca
- Ah sí, un chisme jugoso – dijo Jamia fingiendo una sonrisa, Frank sonrió con ella y le pellizco el brazo, Jamia sintió que le había pellizcado el pezón
- ¡Como me gustan esos chismes! No, mi bebé no está… salió muy temprano esta mañana
- ¿A dónde?
- ¿Por qué preguntas tanto por mi bebé?
- Nada, ya te digo es solo una pregunta
- Está bien… ¿y cómo vas con Frank?
Jamia volvió a titubear y su rostro se enrojeció. Estuvo a punto de quitar el altavoz, pero Frank no le quito la mirada de encima. Alicia, ¿Por qué serás tan chismosa? Simulo toser y hablo nuevamente.
- Ali, me divorcie de Frank hace años – dijo como hablándole a un niño chiquito que no entiende cuando le dicen que no habrá postre si no termina el almuerzo
- Eso ya lo sé, me refiero a lo que me contaste en nuestra última charla.
Ahora Frank parecía más atento a la conversación que cuando estaba pegado a ella intentando saber si podrían sacarle algo a Alicia sobre Mikey. Jamia sintió que sería conveniente haber hecho la llamada en el jardín, así podría esconder de vergüenza su cabeza. ¡Pero es que Alicia no podía aguantarse! Bueno tampoco sabía que Frank estaba ahí escuchando todo, si Alicia abría la boca, estaba pérdida, mejor cortar la llamada, si, mejor, no podía arriesgarse a que empiece a soltar todo el rollo de su calentura hacía su ex marido.
- Ali – dijo presurosamente Jamia quien traía casi todos los colores sobre la cara – Lily me llama
- ¿Otra vez quiere comer? Tienes que hacer algo con tu hija
- Tengo que cortar Ali
Frank de inmediato le hizo señas para que no corte, para que continúe la conversación, Total, aun no le habían sacado mucho, solo que Mikey había regresado esa noche a su casa y había salido muy temprano de ella. Pero ¿A dónde? ¿A la casa en Belleville? ¿A seguir torturando a su hermano? ¿A enterrarlo? Frank sintió espasmos, ahí mismo.
- Bueno, anda con Lily, tan linda ella
- Si, cuídate
- Me cuentas si te llegas a tirar a Frank ¿eh? Quiero lujo de detalles, sobre todo si vuelven a romper otra cama, como esa en suiza que no olvidas…
Ahora sí estaba jodida. ¡Pero es que esa mujer nunca para! El rostro de Jamia se puso de todos, absolutamente todos los colores posibles. Frank a su lado, estaba a punto de soltar una carcajada en la cara de Jamia. Intento disimular la risa, pero no pudo. Jamia cortó el teléfono y bajo la cabeza como si eso hiciera que la vergüenza se le valla de encima.
- ¿Qué era eso de Suiza? – preguntó Frank sonriendo
- Nada – dijo Jamia seca, rogando a que haya un terremoto en ese momento para que se olviden del tema
- ¿Segura? A mi me trajo algunos recuerdos – dijo Frank sonriendo
Jamia fijo sus ojos avergonzados sobre los de su ex esposo, ahora tenían un toque distinto, estaban ¿Brillosos? Si, llenos de recuerdos, llenos de Frank y su historia que no debió cortarse. ¿A caso Frank también recordaba esa noche? Si, claro que si lo recordaba ¡Pero como podía olvidarse! El hotel recargó en la tarjeta de Frank la reparación de la cama y Frank pago de buen gusto riéndose a carcajadas.
Frank a su lado siguió sonriendo, imaginaba lo que Jamia recordaba de esa noche, algo que quizás el no recuerde de la misma manera, por que Jamia nunca supo realmente que había pasado antes de que el llegue con una erección increíble a la habitación del hotel donde estaban hospedados.
Ese día, habían tocado en el Gurten Festival, muchas bandas, incluida la de Lindsey la esposa de Gerard se iban a presentar ese mismo día. Lindsey se había presentado primero, teloneando a las bandas principales y luego le había dicho a su marido que saldría a dar una vuelta por Suiza y volvería en la noche. Cuando Frank supo esto, estuvo jugueteando con Gerard en todo el concierto, se toquetearon a mas no poder en casi todas las canciones en las que les fue posible. Al terminar el concierto, ambos corrieron a los camerinos donde se encerraron ahí para dar rienda suelta a sus instintos, pero no les duro mucho, porque minutos después apareció el manager de la banda para pedirles que salgan por que otra banda requería los camerinos a la voz de ya. Entonces volvieron juntos al hotel y en todo el camino se morrearon a más no poder en la camioneta que los transporto, estuvieron a punto de desnudarse pero el trayecto fue corto y nuevamente fueron interrumpidos, diciendo que ya habían llegado. Ambos se metieron a un ascensor donde siguieron tocándose y repitiendo que no podían mas, que ahí mismo lo harían. Al fin, cuando llegaron a la habitación, Gerard lanzó a Frank en la cama y comenzaron a quitarse la ropa, pero nuevamente fueron interrumpidos, esta vez por Lindsey quien entraba en la habitación diciendo que Suiza era aburrido y las tiendas una gran mierda. Entonces Frank tuvo que salir a hurtadillas de la habitación por la ventana para que Lindsey no lo vea y lo mate ahí mismo. Cuando volvió a su habitación, llegó con la idea de meterse a la ducha y hacerse una paja rápida para que Jamia no se dé cuenta del tiempo en la ducha y este haciéndole preguntas. Pero lo que encontró en su habitación cuando entró, fue a Jamia esperándolo en baby doll y muchos pétalos rojos sobre la cama, porque cumplían un año más de casados y claro, Frank se había olvidado por completo de dicho suceso. Entonces toda la calentura que traía encima por culpa de Gerard y sus intentos falladitos de follar, se los dio como regalo a Jamia y sí, una de las tablas de la cama que había estado dando problemas desde que se instalaron, se doblo, se partió e invento al resto, haciendo que se rompa la cama por los movimientos escandalosos que habían protagonizado ambos.
- No tienes por qué avergonzarte, la pasamos bien ese día
- Si, fue… - espectacular, la mejor, posiblemente la única vez que te comportaste como si realmente me desearas
- Ya esta, no te sientas mal por haberlo contado
- Si, es solo que Alicia no debió decir nada
- Alicia no sabía que yo estaba escuchando
- No, no sabia
- Bueno, que pena que no lograste sacarle nada… ¿Dónde rayos habrá ido Mikey? ¿A Belleville?
- No sé, lo siento Frank… la jodí
- Si tan solo pudiera hablar con Lindsey, no sé, ella podría hablar con su suegro, podría meterse a esa casa fácil
- ¿Quieres que llame a Lindsey?
- ¿Lo harías Jam? ¿Harías eso por mí?
Frank apretó una mano libre de Jamia y en la otra le colocaba el teléfono. Jamia se olvido por completo de que sus hijas estaban en la otra habitación viendo televisión y estuvo a punto de desnudar ahí mismo a Frank. ¿Pero que rayos le pasaba? Se contuvo e intento disimular el hormigueo que tenía en la entrepierna y marcó el número de Lindsey. Frank no le quitaba la mirada de encima, ni la sonrisa en los labios, una sonrisa de cortesía que Jamia confundía con una promesa de sexo.
- ¿Esta timbrando? – preguntó Frank
- Si, timbra – dijo Jamia saliendo de sus pensamientos
- Pon altavoz – le dijo Frank
Jamia apretó el botón con la mano temblorosa.
- No contesta – dijo queriendo cortar y tirársele encima
- Dale tiempo – dijo Frank
- ¿Gerard? – contestó Lindsey al teléfono
Frank se quedó de una pieza. ¿Gerard? ¿Estaba esperando la llamada de Gerard? Su corazón estuvo a punto de salirse ahí mismo. Jamia seguía sin decir una palabra, Frank le hizo muecas para que hable. Jamia abrió la boca y titubeo un poco.
- No, soy yo Jamia
- Ah, estoy ocupada ahora
- Tenemos que hablar
- No, no tenemos nada que hablar y si no te molesta no vuelvas a llamarme y menos tu hija llamar a la mía
Frank al ver que Lindsey no tenía la más mínima intención de seguir la conversación con Jamia, le quito el teléfono a esta y habló.
- Lindsey, soy Frank, ayer fui a la casa de Belleville
- ¡Que parte de que no quiero saber nada de ti no haz entendido enano de mierda! ¡y encima usas a Jamia para llamar!
- Por favor, escúchame, en la casa estaba Donald que estaba histérico y también estaba Mikey, Dios Lindsey, tenia las manos ensangrentadas ¡Me sacaron de ahí! Tienes que ayudarme, Gerard puede estar muerto, tú eres la única que puede entrar a esa casa ¡la única!
- ¡Aléjate de mi y de mi marido! No quiero que te acerques más por Belleville, ni por mi casa, y por ningún motivo a él o te juro que esta vez no te dejarán vivir para contarlo.
Lindsey cortó la llamada de un golpe dejando a Frank con el corazón en la mano. ¿De que…? No es posible, ella… ¿ella realmente? ¿Ella tiene que ver con todo esto?
El aire comenzó a faltarle, su respiración se agitó, su corazón tenía el latido del conteo de una bomba a punto de explosionar. Esto no podía ser posible, no, de ninguna manera… En su mente vio al encapuchado, a Jarrod, a Gerard, a Lindsey con Gerard, a todos con Gerard, ha él solo, a merced del encapuchado. Iba a volver por el, no iba a dejarlo vivir para contarlo. Eso le había dicho Lindsey, y Frank sabía, si, estaba completamente seguro de que se refería a ese maldito.
Jamia a su lado no sabía que hacer, empezó a palmear su mano frente al rostro de Frank intentando darle aire, veía que su ex marido tenía el rostro más pálido que nunca.
- Calma Frank, seguro que no lo decía en serio – ella lo dudaba, pero no había forma que le diga lo contrario, no quería que le dé un ataque cardiaco ahí mismo
- ¿Escuchas… escuchaste lo que dijo?
- Si, déjala, está enojada, vamos es su marido ¿a quién le va hacer gracia que…? - Frank la cortó
- Me amenazó, ella… ¿ella tiene algo que ver con esto? ¿con el secuestro de Gerard?
Unos pasos se acercaron a ellos. Ninguno se había dado cuenta de que David el esposo de Jamia había entrado a la casa y había escuchado la conversación. Se paro frente a ellos con una sonrisa burlona y habló.
- ¿Quién secuestro a Gerard? ¿Jarrod?
Frank abrió los ojos como platos. ¿Jarrod? ¿Otra vez ese hijo de puta era mencionado? No es posible, en menos de 24 horas lo habían mencionado tres condenadas veces. ¿Pero qué rayos tiene que ver ese imbécil en todo esto? Frank se levantó del mueble de la sala y miró con todo el odio que traía contenido hacía su ex amigo, ese que fue su socio por tantos años, hasta que se acostó con su esposa. Claro y no es que le haya importado mucho, al contrario se sintió algo liberado al haberse divorciado por más que fingió que no era así, pero vamos, una cosa es una aventura y otra es casarte después con esa aventura y hacerla vivir con tus hijas y eso Frank no podía perdonar.
- ¿De qué mierda hablas? – dijo Frank
- Cuida esa boca en mi casa ¿quieres? Mis hijas pueden escuchar
- Esta no es tu casa y mis hijas no son tuyas
- ¡Pero si me dicen papá!
Frank miró a Jamia preguntándole con la mirada si era cierto lo que decía David, quien estaba casi riéndose en la cara de Frank. Esta movió la cabeza a ambos lados en símbolo de negación y cruzó sus brazos acercándose a David.
- No lo molestes
- Tengo hambre – soltó David sin quitarle la vista a Frank de encima – Prepárame algo de comer – le ordenó a Jamia, esta lo miró desconcertada – y que este caliente – añadió dándole una palmada en el trasero
Jamia se quedó de pie avergonzada. ¡Como se atreve! Tenía unas ganas de mandarlo ahí mismo a la mierda, decirle que jamás lo amaría como amaba aún a Frank y que era pésimo en la cama, pero sus hijas estaban cerca y no quería armar ningún escándalo sabiendo que ellas podrían escuchar.
Frank corrió hacia la puerta hecho una furia, no iba a quedarse ni un minuto más a escuchar a ese imbécil, Jamia intentó persuadirlo pero este no le hizo caso y siguió caminando.
- Yo me despido de mis hijas por ti, no te preocupes – le dijo David riendo, Frank no volteó y salió tirando la puerta con fuerza.
Subió a la camioneta. Los chicos seguían ahí, pero se habían cambiado de ropa y tenían comida dentro del auto. Frank les pidió que lo lleven a la casa, mientras se echaba en la parte trasera poniendo sus piernas sobre la hamburguesa y la bolsa de papitas de Brando. Este no le dijo nada y sacó su comida levantando las piernas de Frank.
- ¡Quieres arrancar de una vez el maldito carro! – le dijo Frank a Pedro quien seguía masticando e intentando meter por algún lado la malteada de fresa que estaba bebiendo
- Si señor – dijo con los dientes llenos de comida, mientras sorbía el ultimo contenido de la leche malteada
La camioneta arrancó y Frank sacó su celular. No había ningún mensaje. Estaba tan enojado, que estuvo a punto de lanzar el teléfono por la carretera pero se contuvo. Maldito David, Maldito Jarrod ¿Qué demonios tienes que ver en todo esto? Y sobre todo ¡Maldita Lindsey! Si realmente ella estaba metida en todo esto, si había fingido muy bien desde un comienzo, Dios ¡claro! El encapuchado nunca la toco a ella, siempre a él. ¿Entonces Gerard? ¿Quería vengarse de él? ¿Hacernos pagar culpas? ¿Qué culpa tenían ellos de haberse enamorado? Aunque... ella ayer había pedido que la ayude a buscarlo. Algo había pasado después de que él se fue de la casa de Lindsey con las niñas, o quizás después de que el salió de la casa de Gerard…
¿Gerard había hablado con Lindsey? Ella lo mencionó a penas Jamia llamó…
Empezó a teclear en su teléfono, necesitaba respuestas, pero ya. No sabía nada de Gerard hacía tanto tiempo… ¿desde su cumpleaños? Frank miró en su celular la fecha. Era diciembre, primero de diciembre.
Para: partypoison@gmail.com
Asunto: Gerard ¿Por qué no me escribes?
Ayer fui a Belleville, a tu casa, Lindsey descubrió una pista de que posiblemente te tengan ahí secuestrado. Cuando fui tu padre y tu hermano estaban en la casa, Mikey traía las manos ensangrentadas. Hoy intenté hablar con Lindsey por teléfono y lo primero que hizo fue mencionarte al contestar. ¿Qué está pasando? ¿Estás bien mi amor? Te eh escrito como mil correos y no eh tenido respuesta, por favor no me dejes así, estoy desesperado, no sé nada de ti desde que te vi por la cámara… Dios luego de eso apareció él… por favor, contéstame…
Cinco minutos después, Gerard le respondió.
Asunto: RE: Gerard ¿Por qué no me escribes?
Entra al MSN, tenemos que hablar
Miles de pensamientos pasaron por la cabeza de Frank en ese instante. ¿Por qué le respondía ahora y no antes? Le había escrito tantas veces…
Definitivamente algo había cambiado en todo el panorama. ¿Acaso había abierto una puerta ayer al visitar la casa de sus padres? Frank pensaba que era así, pero temía que de esa puerta salga el encapuchado y vaya por él.
Cuando intentó abrir el MSN desde su celular, le salió un aviso de que no tenía batería y se apagó. Frank gruño y lanzo el teléfono al aire que le rozo la oreja a Pedro.
- ¡Maldita batería! ¡Por que manejas tan lento!
- Voy lo mas rápido que puedo
- ¡Apúrate maldición!
- Frank – dijo Brando – esta yendo rápido
- ¡No lo suficientemente rápido para mí! Préstame tu celular
- ¿para que?
- Ese no es tu problema
- Es mi celular, es mi problema
- No te lo puedo decir
- No te lo puedo prestar
- ¡Maldita sea! ¡No me hagas esto!
Frank se puso a llorar en el auto como un niño. Brando cruzó los brazos y miró por la ventana sin prestarle atención. Frank se acercó a él y comenzó a zarandear su brazo.
Brando lo siguió ignorando hasta que llegaron a la casa. Frank bajo corriendo de la camioneta no sin antes enseñarle el dedo medio a Brando quien ni lo miró, ahí fue donde se tropezó con la silla de ruedas de Pedicone que estaba a mitad de camino del jardín y cayó aparatosamente al suelo. Pedro y Brando estallaron de risa al ver a Frank en el piso. Este se levantó y pateó la silla de ruedas vacía y corrió a su habitación a prender su computadora. Necesitaba hablar con Gerard, ya después podía despedir a esos hijos de puta por reírse de él. ¿Quién rayos ponía la silla de ruedas a mitad de camino?
Al fin llegó a su habitación, prendió el ordenador y abrió el MSN. Gerard no estaba conectado. Frank sintió que su corazón iba a estallarle ahí mismo.
XØ dice:
*Gee
Hola mi amor
Lamento la tardanza
Se me acabo la batería del celular, ya sabes, es una mierda eso
Porque recién te comunicas
Eh estado tan preocupado por ti
No sabes las cosas como han estado aquí, ese hijo de puta
Gerard no respondía el chat y Frank empezó a sentir un poco de miedo. ¿Y si no era Gerard el que estaba conectado? El correo había sido tan breve, tan frío. Ni si quiera le había dicho hola, ni mi amor, ni te amo, nada. Y no le había contestado ninguna cosa por el MSN hasta ahora. ¿Y si era el encapuchado el que estaba escribiendo? A Frank se le puso la piel de gallina.
XØ dice:
*¿Gerard?
G dice:
*Hola mi amor ¿me extrañaste?
XØ dice:
*Si, ¡claro que si! Gerard que bueno verte, ha pasado tanto tiempo, pensé que te había pasado algo ¿Por qué no te comunicaste conmigo? Te eh enviado un montón de correos
G dice:
*Lo sé, acabo de verlos, no eh tenido acceso hasta ayer
XØ dice:
*¿Ayer?
G dice:
*Ayer, cuando viniste a verme – dijo Gerard poniendo un icono de una carita feliz
Frank sintió que le iba a dar un ataque ahí mismo. ¿Qué había dicho Gerard? ¿Qué Frank lo había visitado? ¿Frank estaba en su vieja casa de Belleville? ¡Lo sabía! Pero… ¿Por qué las manos de Mikey estaban ensangrentadas? ¿Mikey era el encapuchado? ¿Ese hijo de puta había matado a sus amigos? ¿Lo había torturado y violado? El rostro de Frank luego de haberse iluminado se apagó y se lleno de terror.
G dice:
*Estoy bien, tranquilo
XØ dice:
*¿Mikey es…? Tu padre…
G dice:
*Tranquilo mi amor
XØ dice:
*Es que… Dios mío… todo lo que ha pasado… ¿Cómo es posible?
G dice:
*Mi familia me esta protegiendo
XØ dice:
*Pero… ¿de quién? No entiendo nada, nada
G dice:
*Frank, hice algo malo… ahora estoy bien, mi familia me cuida, pero las cosas pueden irse a la mierda si…
XØ dice:
*¿Sí?
G dice:
*No quiero hablar más, lo importante es que estoy bien, ¡tu estas bien! Hoy ha sido uno de los mejores días de mi vida gracias a ti
XØ dice:
*¿a mí? ¿Por qué?
G dice:
*Ayer te escuche, apareció Mikey, hablamos tanto, lo quiero demasiado, mi padre, mi madre, los vi a todos, Frank estaba tan feliz, aun no puedo creer que halla salido de ese infierno
XØ dice:
*¿Te rescataron del encapuchado? No te entiendo nada
G dice:
*No es necesario que entiendas o sepas la parte fea, Frank hoy conocí a mi hijo
XØ dice:
*¿Qué?
G dice:
*Lindsey vino, fue algo inesperado
XØ dice:
*¿Inesperado?
G dice:
*Si, ella vino con mis hijos, los vi, los abrasé
XØ dice:
*¿Dónde estás ahora?
G dice:
*En Belleville
XØ dice:
*Voy para allá
G dice:
*No Frank, por favor, es peligroso
XØ dice:
*¿Peligroso? Tu madre, tu padre, Mikey, Lindsey, tus hijos ¡TODOS HAN IDO!
¡TODOS TE HAN VISTO! No entiendo lo que me dices, no sé que hacen ellos ahí, no se si ellos te secuestraron, no sé que hiciste, no sé que pagas y no sé si te lo hace pagar tu familia, solo sé que tienes que salir de ahí
G dice:
*No puedo
XØ dice:
*¿No puedo?
G dice:
*Me estoy arriesgando contándote todo esto ¿no lo entiendes? ¡Es peligroso!
En eso recordó la amenaza de Lindsey hacía unas horas ¿Lindsey ya había visto a Gerard?
XØ dice:
*¿Hace cuanto estuvo Lindsey?
G dice:
*Acaba de irse, hará cinco minutos
XØ dice:
*¿No se queda contigo?
G dice:
*Es peligroso ¡es que no entiendes!
XØ dice:
*No, no entiendo, tengo que verte, por favor, te lo ruego
G dice:
*Frank, cálmate, no alteres las cosas
XØ dice:
¡No las altero! ¡Casi me matan! ¡Ese hijo de puta quiere matarme!
G dice:
*No te hará nada por ahora, lo prometo
XØ dice:
*¿Por ahora? Dormiré en paz, oh si, Vamos Geezy, te lo suplico mi amor, te lo imploro
G dice:
*Basta Frank
XØ dice:
*¿Pero por qué no puedo verte? ¿Por qué Lindsey si puede?
G dice:
*Veré que puedo hacer para que puedas venir ¿de acuerdo? Yo te aviso
XØ dice:
¡Porque mierda siempre tienes que preferir a Lindsey que a mí! ¡Porque sigues siendo tan hijo de puta conmigo!
La comunicación se cortó. Frank agarro una almohada y la mordió gritando. ¿Por qué tuvo que enamorarse de Gerard? ¿Por qué? Por un momento creyó revivir una y mil situaciones anteriores a esta, cuando Gerard lo miraba con esos ojos que no lucían el amor que alguna vez transmitían al verlo. Esos momentos, donde Lindsey estaba primero, siempre primero: Por que ella es mi esposa y tu sólo una calentura del tour.
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